Su intención era intimidar a la cajera de una frutería del barrio ourensano de A Ponte con un cúter, pero la trabajadora respondió enarbolando un cuchillo para cortar el pan, un gesto después del cual el atracador, de 36 años, reaccionó escapando. Por ese delito en grado de tentativa de robo con intimidación –pretendía que le entregase todo el dinero de la recaudación del establecimiento–, el acusado fue ayer a juicio al Penal 1 y se conformó con una condena de un año y diez meses de prisión. El suceso ocurrió a las 21 horas del 11 de noviembre de 2018. El ladrón preguntó por comida de gato y, cuando se encontraba en la salida a la altura de las cajas, con una lata de ese producto, sacó un cúter, se lo exhibió a la empleada y le exigió la entrega de la recaudación. Ella cogió un cuchillo de cortar el pan que tenía a su alcance e instó al ladrón a marcharse, lo que el varón hizo sin lograr su propósito.