La semana en la que despertó la cuarta ola. Podría ser el titular perfecto, pero es la realidad que nubla Ourense, a pesar de estar todavía lejos de los niveles epidemiológicos para tener que sufrir restricciones. Echando la vista una semana atrás, los datos eran más halagüeños que en la jornada de ayer y el incremento ya supone acercarse a los 80 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días.

El 14 de abril había 192 casos activos en la provincia, a día de ayer 245, lo que supone un aumento del 20%. Un crecimiento paulatino y constante que indica que la cuarta ola ya está instalada en la provincia de Ourense, aunque se muestra ‘controlada’. Durante la última semana se detectaron 122 casos positivos y se aumentaron las PCR realizadas. Además cabe destacar los rebrotes de la zona de Valdeorras, el de Cualedro y la situación de la Baixa Limia donde la incidencia tienda a ir a más.

La situación es de incremento paulatino, pero la hospitalización aumenta a medida que aumenta la incidencia. Una relación directa y proporcional que ya se sienten en la planta y en las unidades de críticos. En la última semana, los pacientes en estado grave pasaron de tan solo 3 a contabilizar 8 y el escenario epidemiológico de O Barco, Carballeda, Rubiá y Petín provoca que el comarcal valdeorrés pase de ningún positivo en planta a contabiliza dos. La cuarta ola en Ourense se ha despertado, pero los indicadores todavía se mantienen “razonablemente estables”, como afirmó ayer el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. Al respecto del aumento de los pacientes críticos, dijo que “la UCI de Ourense tiene ocho pacientes, así que estamos en una situación razonable, porque la UCI de Ourense tiene una capacidad de expansión hasta 22 plazas, así que no nos hace temer ese incremento. Y si sigue aumentando veremos que decisiones se toman”.