La Diputación de Ourense apuesta por recuperar Benposta como un Bien de Interés Cultural (BIC). Ayer el presidente provincial, Manuel Baltar, trasladó al de la asociación cultural Padre Silva, Bartolomé Pidal, su apoyo a este proyecto. Benposta cumpliría así no solo su función social de recuperar un patrimonio ourensano inmarcesible, de fuerte atracción cultural y turística, sino que sería el primer espacio intergeneracional de Ourense, en línea con los criterios urbanísticos y sociodemográficos actuales, que recomiendan la no segregación de mayores y jóvenes sino su integración en espacios de convivencia.

En el transcurso de un encuentro para abordar el futuro de la antigua Ciudad de los Muchachos, Baltar manifestó su apoyo a la recuperación del importante patrimonio pedagógico, cultural y artístico de Benposta, que fundó el Padre Silva, y que ahora está cada vez más cerca con el inicio de los estudios que la Ley 5/2006 de Patrimonio Cultural de Galicia señala como indispensables para su declaración como Bien de Interés Cultural.

De lograr esta condición, se pondrá fin a la especulación de los terrenos y se podría desarrollar el proyecto integral de recuperación que impulsa la asociación Padre Silva, en su compromiso con el importante legado de patrimonio cultural, tangible e intangible que significó Benposta, un territorio que fue un ejemplo de proyecto pedagógico de referencia en la cultura europea.

Los usos proyectados

El reconocimiento como BIC obligará a la conservación de las edificaciones e instalaciones emblemáticas de la Ciudad de los Muchachos, integradas en un espacio urbano de dotación cultural y social en la que será posible la incorporación de nuevos proyectos educativos como una Escuela Profesional Reglada, especializada en Artes Escénicas y Nuevas Tecnologías, Residencia de Mayores, Residencia Universitaria y servicios anexos de hostelería y restauración.

Tras esta reunión, la recuperación del importante patrimonio pedagógico, cultural y artístico de la Ciudad de los Muchachos está cada vez más cerca. Hace más de 60 años, Jesús Silva, un joven cura seminarista ourensano, creó a las afueras de la ciudad su propia “nación” pensando en la defensa de los derechos de los niños. En 1966 creó además la Escuela de Circo, la segunda del mundo tras la de Moscú, y su propio espectáculo, el Circo de los Muchachos, activo hasta principios de 2000. El declive empezó por un conflicto por la titularidad de los terrenos.