En la ciudad de Ourense conviven., junto con los 105.000 ourensanos y ourensanas censados, otros 25.000 ” vecinos” silenciosos, según el balance del área de Medio Ambiente del Concello. Uno de esos “vecinos” si es de gran porte, pueden absorber hasta 150 kilos de CO2 al año, lo que indica que además de esa labor callada de limpieza del aire, son capaces de reducir la contaminación acústica, dan sombra y enfrían considerablemente el aire para mejorar la vida de los vecinos durante el verano y son capaces de convertirse en hogar, de multitud de especies animales.
Son los árboles urbanos capaces de “salvarnos la vida” y de “dar todo a cambio de nada pero “ ¿reparamos en ellos?. ¿Reciben un trato humano y sobre todo de las administraciones encargadas de cuidarlos acorde a su papel?.
De ahí parte el programa “Son árbore”, que incluye un amplia oferta de charlas y actos divulgativos, muchas ya realizadas respetando los tiempos de la pandemia, para sensibilizar sobre el papel del árbol como garante de la vida, a los que se sumó ayer la exposición “Son árbore”.
Políticas de respeto
Esta muestra inaugurada en el Liceo, “para visibilizar y poner en valor el papel de los árboles, en especial en el contexto urbano ”, está organizada por Sociedade Galega de Historia Natural, Ateneo de Ourense y Sustinea. La muestra inaugurada ayer, estará hasta el 30 de abril en con entrada libre y abierta de forma ininterrumpida con el mismo horario del Liceo de Ourense de 9 de la mañana a 10 de la noche, lo que facilitará la posibilidad de disfrutarla y valorar y aprender de su mensaje.
La exposición ha sido posible con el apoyo también de los fotógrafos y una documentalista de la provincia participantes. Quince miradas que son el soporte argumental e otras tantas emociones y visiones, con las que se pretende “promover un mayor conocimiento, respeto y protección de los árboles, como patrimonio verde y fundamental de las ciudades”.
También para abordar con ayuda de los mejores expertos, un recorrido “para advertir de muchos de los errores habituales”, como son desde la elección en ocasiones de especies inadecuadas para estar en una ciudad, o con las raíces con bajo unos adoquines que acaban levantándose.
También las podas agresivas de los árboles, más parecidas a talas , que deciden algunas administraciones y son fatales para esos ejemplares. Todo ello encaminado para que cuidar a ese patrimonio arbóreo “quse es el que nos va a salvar la vida” explica el naturista de la SGHN, Marcos Freán
El acto inaugural se hizo a través de Youtube debido a las restricciones sanitarias y se convirtió en un manifiesto, en el que los organizadores piden que se reconozca a los árboles “con derechos como ser vivo que contribuye a la calidad ambiental y la vida de otros seres vivos, como los seres humanos”.
15 fotógrafos, 15 emociones
Hicieron además un llamamiento “para ubicar al árbol en el lugar que le corresponde como recurso natural y patrimonial ”, pues es también el que nos da “la madera”, indicaron.
Por eso exigieron “políticas en la ciudad, acordes con la vital importancia de este ser vivo”, señalaron.
La exposición cuenta con la participación en el apartado de profesionales de la fotografía que se han sumado al proyecto de Ángel Araújo; Ángel Sotelo; Blas González; Brais Lorenzo Couto; Eduardo Núñez; Fernando del Río; José Paz; Mani Moretón; Mariana Romero; Marisol Rodríguez; Miguel Ángel Villar; Nancy Blanco; Pablo González; Rosa Veiga; Santiago Barreiros; Santi M. Amil ; Soco Álvarez y Xosé Lois Vázquez “Che” .
