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Una piscina termal en los 600 metros del sótano de la Plaza de Abastos

El proyecto costará tres millones de euros y el diseño se encargó al equipo que rehabilita este mercado

Infografía realizada por los arquitectos de como quedaría el sótano de la plaza de abastos con la nueva oferta termal . | // FDV

Al fin se ha desvelado un misterio de décadas. Finalmente, el espacio del sótano de la plaza de abastos de As Burgas no acogerá un supermercado, sino una gran instalación con piscinas o tratamientos termales que, según anunció el alcalde, será “única en su género” por lo que esta vez “el termalismo va a dejar de ser un bluf en Ourense”, explicaba ayer Gonzalo Pérez Jácome.

El proyecto termal, con un coste estimado de tres millones de euros, y cuyo diseño el Concello ha encargado ya a los mismos profesionales que están realizado la rehabilitación del edificio civil de la plaza de abastos de As Burgas, ocuparía toda la planta sótano.

Un bajo de 600 metros

En la actualidad el interior del edificio de la plaza está totalmente diáfano, tras vaciar durante las obras su interior, y el sótano, en el que se ubicara esa oferta termal, ofrecerá más de un vaso de baño, zonas de descanso y demás, y ocupará los 600 metros de planta, en este caso del sótano que tiene el edificio de la plaza.

Cuentan para ello con una estructura muy similar a la que muestra la infografía, que recrea en parte cómo será el proyecto, con grandes columnas de piedra originales y una altura de 5 metros en el sótano que facilitaría el nuevo proyecto y le dará “aire” visual.

Además, la obra incluirá la rehabilitación de todo el entorno de la plaza de abastos número 1 de la ciudad, anunció ayer el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, después de reunirse con los arquitectos y visitar las obras de remodelación que se desarrollan actualmente en el edificio del mercado municipal, sito en las cercanías de las Burgas.

Para poder avanzar en el proyecto definitivo, el regidor municipal le encargó al equipo de arquitectos responsable de la reforma que elabore el proyecto de una segunda fase, que concretará las intervenciones que se realizarán.

Según adelantó el gobierno local, el Concello licitará la obra en los próximos meses, “de forma que complemente y sirva como un atractivo adicional para el tradicional mercado municipal”, indican.

La obra de la plaza, en febrero de 2022

Son, explica el gobierno, nuevas fases de este proyecto”. La reforma del mercado, aseguran , “avanza con muy buen ritmo, y con esta siguiente fase transformaremos y pondremos en valor el entorno del edificio y acondicionaremos en su sótano una de las mejores piscinas termales de toda Europa”, afirma el alcalde. Se prevé según fuentes próximas al Concello que la obra de reforma de la plaza esté rematada en febrero de 2022. “En el día de ayer les dimos el OK a los arquitectos para que presenten el proyecto con la previsión de licitarlo y destinarle esa aportación de 3 millones de euros”, añadió.

Con la construcción de la piscina termal cubierta, el gobierno municipal descarta la idea de situar un supermercado en los sótanos del edificio, ya que entiende prioritario apostar por una instalación termal “que sirva para darle un salto de calidad al termalismo de Ourense, con el objetivo de que deje de ser un bluf”.

No se avanzó todavía qué va a ocurrir con la otra histórica demanda, la de los vendedores del “rianxo”. Tanto la Asociación de Comerciantes de la plaza de abastos de As Burgas como la oposición, llevan años reivindicando un proyecto anexo para que, junto con la reforma del edificio civil, se remodele íntegramente la decadente zona de “rianxo” algo que ya parece ineludible si se instala esta oferta termal que atraería mucho turismo a ese entorno.

Pozas termales: renovación de agua en lugar de cloro

Nueva reunión ayer en la delegación de la Xunta de Galicia en Ourense, con participación, entre otros, del delegado territorial Gabriel Alén, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, y técnicos de ambas instituciones para avanzar en el protocolo para poder reabrir las instalaciones termales de uso lúdico de la provincia, adaptadas a la nueva Ley de regulación del aprovechamiento lúdico de las aguas termales de Galicia. “Está todo más o menos claro; solo nos reunimos para aclarar flecos pendientes”, indica uno de los participantes en el encuentro de trabajo de ayer en el que “se aclararon algunos malentendidos”, afirman. Estas normas, cuya aplicación definitiva depende ya de la actuación y adaptación a la norma que hagan los distintos concellos con instalaciones termales de este tipo, como las pozas y piscina termal de As Burgas, pensadas para el uso lúdico tienen ya un protocolo publicado por la Xunta. Las instalaciones no cerraron en ningún momento por ley, explican sino por el contexto concreto del COVID. En el caso de la piscina termal de As Burgas, esta instalación tenía ya el socorrista que se exige, y el único cambio es relativo al punto en el que debe de empezar y ya a clorarse el agua, antes de su llegada al vaso. En este caso ya se realizaba este tipo de desinfección. Por lo que respecta a las pozas termales de uso público en la provincia, y en este caso las de la ciudad no haría falta mascarilla si se respeta la distancia de 1,5 metros entre bañistas, pero uno de los aspectos abordados ayer, para evitar tener que desinfectar el agua o clorarla, es que se produzca una renovación del agua de las pozas constante, con una periodicidad media de unas cuatro horas. Todas las instalaciones tenían una moratoria de 12 meses para adaptarse, que se ha ampliado al quedar cerradas por el COVID. De este modo, si los concellos van adaptando las modificaciones o controles que exige el protocolo entiende que podrían ir abriendo y cumpliendo en plazo las normas que se le exigen.

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