Lejos de la habitual imagen de la minería a cielo abierto, en el municipio ourensano de Carballeda de Valdeorras, un preciado material como la pizarra también se extrae, en la actualidad, de forma subterránea y en un magnífico ejemplo de ingeniería. Es el caso de la explotación minera de A Fraguiña, donde se utiliza esta metodología para extraer el ‘oro negro’ y se busca reducir el impacto medioambiental en este sector.

La regidora de Carballeda cifra en 11.000 empleos indirectos la influencia de la pizarra

La mina, de la empresa Cafersa, es una de las más grandes del mundo y ha supuesto todo un revulsivo para esta zona ourensana, donde la pizarra representa un sector estratégico para la economía de la provincia. No en vano, la comarca de Valdeorras junto con el Bierzo aglutina el mayor número de explotaciones de este material. “No es solo la gente que trabaja en este sector, sino que el resto de empresas y comercios también se benefician y viven bajo el paraguas de la pizarra”, explica la alcaldesa de Carballeda, Maricarmen González.

Tan solo en impacto directo, calcula que la pizarra puede suponer la creación de unos “tres mil empleos” y otros “once mil indirectos”, que repercuten en la economía, apunta González, quien destaca la oportunidad que supone para una comarca que estaba, hasta ahora, más habituada a ver minas a cielo abierto.

Uno de los operarios de la mina de A Fraguiña. //BRAIS LORENZO

Y es que, aunque lo más común es que este material se extraiga en superficie, los responsables de esta explotación defienden que la extracción subterránea permite un mejor aprovechamiento del yacimiento, pero también en la gestión de los escombros, uno de los principales problemas generados por las pizarreras. Pese a que aún existen pocas minas subterráneas, las universidades estudian las ventajas que suponen que la roca metamórfica se extraiga bajo tierra.

Entre estas ventajas, destacan que permite un aprovechamiento óptimo del yacimiento, además de salvar uno de los problemas de las pizarreras, como es la acumulación de escombros. Además, la galería que deja de producir se rellena con el material de desecho de la que comienza su funcionamiento.

La mina más grande del mundo está en Valdeorras

El ingeniero director de Cafersa, Eduardo Álvarez, resume las características de la explotación que “se compone de ocho kilómetros de galerías perforadas bajo tierra y cuenta con zonas donde se alcanzan los cuatrocientos metros de profundidad”. En las labores de extracción, participan unos cuarenta trabajadores divididos en diferentes turnos, durante las 24 horas del día.

Todo un desafío para estas zonas del interior que buscan posicionarse como referente dentro del sector de la pizarra, que exporta a nivel mundial, y extrae el material no sólo a cielo abierto sino también en lugares “ocultos” bajo tierra.