El domingo 10 de noviembre de 2019 se celebraban elecciones generales y en el muro de la vivienda de C. F. O., un vecino de A Manchica (A Merca) sin antecedentes, colgaba una pancarta de “Vota PP” a unos 40 metros del colegio electoral. También había cartelería con el candidato del partido. El hombre fue juzgado ayer por negarse presuntamente a retirarla pese a ser requerido por la Guardia Civil, que le entregó un escrito de la junta electoral de zona que requería la retirada de la propaganda para que no interfiriera en la jornada de votaciones, con apercibimiento de que podía incurrir en un delito. El acusado sostiene que creía que la retirada era “voluntaria”, y que de conocer la obligatoriedad –aviso que los agentes ratificaron ayer como testigos– la hubiera quitado, “estoy seguro”. Antes de instalarla afirma que hizo la consulta a la junta.

Su defensa presentó un informe pericial para tratar de demostrar que, desde el lugar en el que los electores acudían a depositar la papeleta aquella jornada, no podía verse el cartel de la vivienda del encausado porque una guardería que está en medio bloquea la visión. La Fiscalía, que incide en que la publicidad de partido daba a un camino público, solicita una condena de multa, de 2.800 euros. El abogado considera que, en caso de que se aprecie responsabilidad, debe ser administrativa, no penal.

“Dos o tres semanas antes” de las elecciones puso la pancarta. “No la toqué. No las retira nadie, e incluso meses después aún hay por todos lados. Si la tengo que sacar yo, la tienen que sacar todos”, dijo C. en su interrogatorio, que asegura que no está inscrito en ningún partido y que incluso un político le pidió que la quitara al verla. También dijo que ha colocado la pancarta en más convocatorias electorales, sin incidencias. “En las últimas también, y nadie me dijo nada”, manifestó. “A las 16 horas o así salimos de casa y cuando vine, sobre las 22, ya no la vi, la robaron, pensé. Fui al cuartel y me dijeron que la tenían allí”, relató el encausado en el juicio.