Cea, la tierra del pan –cuenta con 17 hornos que crean el producto de la Indicación Geográfica Protegida–, del monasterio de Oseira y de la Vía de la Plata en el Camino de Santiago, apuesta también por ser un municipio con un atractivo natural y patrimonial –y con largas distancias– para poder hacer senderismo en tiempos en los que el ejercicio al aire libre reporta paz, bienestar y libertad, sin necesidad de salir del municipio. El Concello prevé recuperar y señalizar entre 12 y 15 rutas que sumarán más de 100 kilómetros. Ya ha indicado tres, como la que sigue el curso del río Silvaboa, o la del valle de Oseira.

Naturaleza fluvial en una de las sendas por las que es posible transitar en Cea. // CONCELLO DE CEA

Caminos entre la naturaleza que realzan el patrimonio etnográfico y recuperan también, en algunos casos, la memoria colectiva, puesto que permiten conocer a pie las referencias que unas generaciones legaron a otras con la tradición oral. “En todas las rutas hay algo de lo que los vecinos habían oído hablar o sabían que se encontraba ahí, pero que aún no conocían. De este modo podrán hacerlo”, expresa José Dalama (PP), concejal de Turismo, Promoción Económica y Nuevas Tecnologías.

José Dalama (PP), concejal de Turismo: "La intención es ofrecer una alternativa de turismo de naturaleza y, de paso, poner en valor nuestro medio y patrimonio etnográfico, cultural y religioso"

El municipio, en el que residen más de 2.000 habitantes, tiene una extensión de 94, 44 kilómetros cuadrados. Las nuevas rutas, señalizadas con unas marcas blancas y azules para diferenciarlas con este código de los colores de otras sendas como la del Camino de Santiago, recorrerán las trece parroquias en las que se estructura este concello de la comarca de O Carballiño.

El año de la pandemia ha aumentado, por regla general, las ganas de disfrutar del aire libre o de conocer el interior del municipio durante los meses en que los cierres perimetrales impedían atravesar el límite más que por una causa justificada. “Ha dado un empujón definitivo, aunque es una idea que ya estaba pensada desde antes de la pandemia, pues llevamos seis años organizando una andaina, aunque este último no fue posible, con motivo de la fiesta del pan. La intención es ofrecer una alternativa de turismo de naturaleza y, de paso, poner en valor nuestro medio y patrimonio etnográfico, cultural y religioso. Estamos notando una buena aceptación, a la gente le está gustando”, indica el concejal Dalama.

Una de las sendas, al lado de un viejo molino. // Concello de Cea

Todas las rutas son circulares y accesibles, aunque la más larga llega a la media distancia, a los 20 kilómetros. Antes de delimitarlas se hizo un estudio previo de medición y una comprobación de que era factible trazar el sendero sin obrar. Tres ya están señalizadas y la previsión del Concello es seguir con el resto en los próximos meses. También baraja la posibilidad de crear una app móvil.

“La ruta nueva del Camino Real da una oportunidad de poder disfrutar del entorno, en su mayoría inundado de especies de frondosas autóctonas, y de poder hacerlo además de una manera muy cómoda debido a los caminos perfectamente adaptados para el paseo, bien a pie o en bicicleta”, destaca Xenxo Docampo, de 41 años, que desde el inicio de la pandemia se aficionó al deporte diario y a recorrer, desde que es posible con las restricciones, el entorno de su municipio.

Otro de los caminos naturales para senderistas en Cea. // CONCELLO DE CEA

“Disponer de varias rutas en el concello nos da la oportunidad a muchos vecinos de Cea, como yo, de conocer zonas que de otra forma jamás llegaríamos a conocer, aparte de que se agradece que se dote al municipio de rutas de interés para que personas de distintos lugares puedan disfrutar de nuestros entornos”, valora.