Mientras otros horneaban pan, demostraban sus habilidades en los retos imposibles que proponía Instagram o añadían una nueva entrada a la playlist del balcón, Andrea Patricia Herrera, de 16 años, daba vida a Cloe, la protagonista de su primera novela. Un personaje que nació de la necesidad de expresar y de contar historias que ya tenía desde hacía años pero se intensificó durante el período de aislamiento que forzó la pandemia.
Las pequeñas impresiones de aquella chica ficticia lanzadas a través de una cuenta en Instagram que cada día sumaba más seguidores se convirtieron en el punto de partida de Mis días de adolescente, una trilogía romántica juvenil cuya autora no es una escritora adulta intentando ponerse en la piel de una adolescente, sino una adolescente de carne y hueso haciendo un relato desde dentro.
“El confinamiento fue muy complicado pero no solo para los adolescentes, también para los adultos, lo que pasa es que nosotros somos una explosión de sentimientos, todo nos afecta y hacemos un drama de todo”
“No soy Cloe, no es mi vida; pero sí es una historia muy actual en la que he sacado experiencias propias y experiencias de gente que he conocido”, explica Andrea, “por eso mucha gente me dice que se siente identificada con personajes, o situaciones que les pasan a los protagonistas”.
La joven, alumna de 4º de ESO en el IES As Lagoas de Ourense, encontró en la escritura su salvavidas durante las primeras semanas de la pandemia. “El confinamiento fue muy complicado pero no solo para los adolescentes, también para los adultos, lo que pasa es que nosotros somos una explosión de sentimientos, todo nos afecta y hacemos un drama de todo”. La vida social quedó reducida de repente a las redes. “Pero no es lo mismo, hacíamos videollamadas para vernos las caras y hablar de otra manera que no fuera texto; era abrumador, necesitábamos que terminara pronto”, rememora.
A través de la escritura, Andrea “drenó” sus tristezas. Su familia, y los seguidores de aquella cuenta de Instagram que creó a nombre de Cloe la animaron a completar la historia y lo hizo.
La novela, contada a modo de diario, puede leerse en abierto en Instagram en un feed puzzle que la autora diseñó con la ayuda de su familia. El 15 de abril saldrá a la venta en Amazon a modo de autopublicación: “Mi mayor meta es que se lea, no importa el medio, por eso decidí regalarla en Instagram, porque siento que un poco se lo debo a esa plataforma”, explica.
La historia de Cloe se desarrolla cuando empiezan a relajarse las restricciones del confinamiento y en un momento de transición para ella porque el próximo curso cambiará de instituto. Es una historia romántica en tiempos de empoderamiento femenino que Andrea no tenía cerrada cuando empezó a escribirla. “No nació como una novela romántica, sino que fueron los personajes los que me llevaron hacia allí”, comenta.
Es un género que le gusta y la lectura es dinámica, incorporando capturas de chats e historias de Instagram. También ha puesto cara a los personajes utilizando la imagen de influencers con los que contactó previamente. También figuran sus referentes, como Elísabet Benavent, conocida como Betacoqueta, Susana Rubio o Miguel Gane. Andrea no recuerda cuando empezó su pasión por los libros. “Supongo que desde que leo, mis padres siempre me lo inculcaron”, apunta. La saga After y Canciones para Paula son algunos de sus favoritos.
