Un año de pandemia da para reflexionar, para pensar en el futuro, para analizar el pasado, para aburrirse y para buscar la felicidad. En el último año, el hogar ha sido para muchos una realidad paralela de alegría por pasar más tiempo con su familia, pero también de ansiedad por conciliar y de sufrimiento y lucha contra las adicciones.
Leto Cid, director de programas de la Asociación Ourensá de Axuda ao Toxicómano (Atox) explica que “hubo en un primer momento, después del confinamiento y durante el verano, poca demanda, pero lo cierto es que ahora tenemos un bum de demandas, no sé si tiene una relación causal con la pandemia y no puedo certificar que tenga una relación directa, pero lo cierto es que ahora estamos a tope. Hay un bum de demandas en la asociación”.
"Ahora estamos a tope en la asociación, hay un bum de demandas"
La desescalada social y económica puede ser uno de los factores por los que las personas con adicciones son más confiados a acudir a la asociación. El director de programas señala que “puede ser que sea posible por eso o quizás también porque muchos tuvieron respeto a acudir a servicios, como pasó con los centros de salud y los hospitales y otras patologías. Fueron reticentes a acudir por la situación en la que vivíamos. No hay ningún estudio que lo corrobore pero ahora mismo nosotros el piso terapéutico tiene una capacidad para seis personas y tiene una capacidad del 90%, solo queda una plaza libre nada más. A nivel ambulatorio lo mismo, a lo mejor ese miedo inicial también tuvo algo que ver”.
La asociación prima la atención directa por encima de la telefónica a las peticiones que llegan a través del correo. Leto explica que “las llamadas telefónicas son una parte complementaria, que durante un cierto momento tuvieron que ser la parte principal, pero nosotros primamos la atención directa con el usuario, con la persona, para abordar la problemática que le surja”.
"Lo más difícil fue evidentemente las sospechas que tuvimos de positivos en el piso terapéutico"
Ahora recuperan la actividad presencial y están expectantes de reactivar el deporte en el Pabellón de Os Remedios. No solo en la asociación realizan intervenciones o apoyo si no que también en la cárcel de Pereiro de Aguiar vuelven a subir a las instalaciones después de la desescalada social para abordar de forma individualizada cada situación con cada recluso.
Echando la vista atrás, dice que “lo más difícil fue evidentemente las sospechas que tuvimos de positivos en el piso terapéutico, porque evidentemente tienen contacto con las familias, no están recluidos ahí. El piso es un recurso que favorece el tener un tratamiento asistencial y lógicamente si se contagia alguien supone mandar para la gente a casa, pedir las PCR, atender por teléfono y estar confinados hasta despejar las dudas. Pero solo fueron sospechas, pero tienes miedo a tener que cerrar y gestionar la situación, fue complicado pero se mantuvo bien”.
Una barrera y un riesgo
Leto Cid arguye que “uno de los factores de riesgo es la accesibilidad que supuso el confinamiento y que ya estaba en la sociedad y es evidente que uno de los factores de riesgo para generar adicciones es la accesibilidad. La compra de droga fue más complicada porque todo el mundo estaba en sus casas y en ese aspecto, supuso un factor de protección y un hecho probado es que descendió drásticamente la delincuencia".
"El confinamiento supuso un factor de protección ante sustancias ilegales"
Y continúa diciendo que "las estadísticas bajaron durante el confinamiento de una forma brutal. Sin embargo, en ese aspecto de la accesibilidad, las posibilidades de acceso a las nuevas tecnologías potenciaron la adicción al juego, pero no estoy tan seguro de que la pandemia haya creado adictos al juego, es un momento coyuntural y es una vía fácil, pero que eso se manifieste como una adicción hay que verlo con el tiempo. Es decir, el confinamiento supuso un factor de protección ante sustancias ilegales, pero un factor de riesgo ante sustancias legales como es el alcohol, y otras adicciones como es la ludopatía o el juego”.
Petición institucional
El coronavirus escondió otras patologías durante el último año y la resistencia sanitaria se concentró en vencer a un virus que paralizó y postergó por momentos la actividad ordinaria de las instalaciones sanitarias. Desde Atox, no definen un perfil de usuario, ya que la asistencia se contabiliza en un similar número de personas que tienen una adicción a la cocaína, las que están enganchadas a la marihuana y las que no se resisten al juego. Leto Cid explica que “heroinómanos cero, sí que tenemos politoxicómanos, pero heroinómanos puros cero, y sí que es cierto que tenemos varias personas con las dos adicciones. En muchos casos están relacionadas”.
"Hay que priorizar la pandemia, es algo innegable, pero no entendemos que se olvide lo demás"
Leto Cid valora un año que “ha sido duro, nos hemos tenido que adaptar a los protocolos y a las circunstancias y seguimos trabajando para ayudar a los usuarios. Si es que es cierto que una de las cosas que más nos ha preocupado y nos sigue preocupando es que todo se centra en el coronavirus y el resto de las problemáticas de la sociedad están arrinconadas. Ahora mismo, los problemas de drogas en las encuestas están desaparecidos, eso implica que a veces tienes más dificultades para gestionar recursos o conseguir recursos, porque todo está focalizado en el tema de la pandemia. Que por otro lado es lógico, que hay que priorizar la pandemia, es algo innegable, pero no entendemos que se olvide lo demás. Los demás problemas siguen aquí”.
Por miedo o por la pandemia, lo cierto es que ahora la asociación tiene un “bum” de demandas para superar adiciones. En una asamblea próxima analizarán los datos y se verá si la situación coyuntural tiene que ver en un alto porcentaje o no.
