Hace un par de décadas celebrar un entierro o un cabo de año con la presencia de cuatro, cinco o seis curas era casi habitual, y no representaba una gran dificultad. Pero la escasez de sacerdotes hace que en la actualidad muchas veces el máximo se quede en dos o tres con suerte, y son muchas las parroquias en las que no se oficia misa como era habitual. ¿A qué se debe? Según Carlos Arce, cura párroco de Pazos de Arenteiro, en Boborás, formador en el Seminario Menor de Ourense y director de la Obra Social Seminario, influyen la baja natalidad y “la desestructuración” de muchas familias “que hace que no vivan ni practiquen la fe”. También pesa el hecho de que “socialmente, a lo mejor no está bien visto el practicar la fe cristiana o ser sacerdote”, Con todo, el Seminario Menor de Ourense es “el que más alumnos de España tiene en relación a la población. Creo que solo nos debe superar Madrid”.
Antiguamente, en muchas familias, uno de sus miembros estudiaba para cura porque suponía un prestigio, entre muchas otras razones entre las que no se encontraba precisamente una verdadera vocación. Esos tiempos quedaron atrás y hoy se puede decir que los que entran a formar parte de este gremio lo hacen por verdadera dedicación, en su gran mayoría. Pero precisamente ahora es cuando hay más escasez de sacerdotes, lo que obliga a que muchos continúen en activo con más de 80 años, y hasta más de 90, como es el caso de José López Gil, cura de la parroquia de Fustás en Celanova, con 94 años. Siendo en 2016 párroco de A Guía, costeó una estatua en honor a la patrona de los emigrantes, que se colocó en la rotonda de la avenida López Blanco y la travesía de la carretera OU-531.
Arce apunta que la baja natalidad es el principal factor, ya que antes en la provincia había un gran número de niños. Y para los que llegan al Seminario Menor uno de los pilares es el ambiente vocacional que se crea. “Se trabaja en que ellos descubran esa vocación”. Apunta que actualmente hay 80 jóvenes y no todos pretenden ser sacerdotes pero les favorece para que “descubran ellos mismos o germine esa vocación a la que Dios les llame”.
En los últimos años los futuros sacerdotes provenían en gran mayoría de los núcleos rurales pero actualmente “mitad y mitad, tanto del rural como de núcleos urbanos”. Él trabaja en el Seminario Menor con jóvenes de entre 12 y 18 años y “notamos que tienen ese deseo de búsqueda de algo más, de encontrar el sentido de su vida ”. Carlos Arce indica que “desde fuera, se cree que los jóvenes están apartados de la iglesia”, pero tienen “el deseo de encontrar el verdadero camino”, y “notamos que son receptivos al mensaje de Jesús, aunque es verdad que el ámbito exterior condiciona luego la respuesta”.
El joven religioso dice que en 2020 pasaron del Seminario Menor al Seminario Mayor tres jóvenes de la provincia para formarse como sacerdotes y “eso es alegría y motivo de esperanza”. Destaca que solían subir una media de uno o dos de cada curso pero hubo unos cuantos años que no subía ninguno. Y los que estaban entrando eran naturales de Latinoamérica, y solo algunos de la provincia esporádicamente. En el Seminario Mayor, de 12 alumnos, 5 o 6 tienen su país de origen al otro lado del Atlántico. Explica Arce que el trabajo del Seminario Menor es “intentar que los jóvenes se planteen la vocación del sacerdocio”.
Actualmente, la diócesis de Ourense, estructura en más de 700 parroquias, cuenta con un total de 264 curas, de los que 64 son eméritos (no tienen cargos por edad o enfermedad,), 177 administran parroquias, y 6 son religiosos de alguna orden.
El sacerdocio por edades
Con menos de 30 años hay solo dos sacerdotes; de 31 a 39 son 16 , y de entre 40 y 49 hay 33. Entre los más mayores, de 70 a 79 años se contabilizan 41 curas, de los que 33 tienen parroquias. Con más de 80 años hay 46, 43 también con parroquias a su cargo. Y entre esos 46 se incluyen 21 que tienen más de 90 años. Estos nonagenarios están casi todos en activo, con alguna parroquia a su cargo o colaborando en alguna. Entre ellos destaca López Gil, con 94, y el cura de San Cibrao de Paderne y San Xés de Ciabal del Arciprestazgo de Os Milagros, Carlos Gabriel Dabarro, con 91 años. Arce se encuentra entre los dos más jóvenes, con 27 años.
