Un control masivo realizado durante la mañana del miércoles en la autovía A-52 a su paso por Sandiás interceptó un exceso de velocidad grave, un conductor que circulaba sin permiso y un vehículo en el que concurrían diversos hechos sancionables y en el que uno de sus ocupantes resultó detenido.

De hecho, el objetivo de dicho operativo era, además de verificar los desplazamientos autorizados por las actuales medidas sanitarias, controlar la velocidad de los vehículos, el estado de los conductores para detectar la posible presencia o influencia de alcohol y drogas, y el tráfico interurbano de mercancías.

Entre las denuncias que se tramitaron, destaca la de un ourensano de 43 años, M.F.L., al que se tomó declaración en calidad de investigado por un delito contra la seguridad vial por conducir a 218 km/h en una vía en la que la velocidad máxima permitida es de 120. El vehículo, un BMW, es de su propiedad.

En otro de los vehículos interceptados por los agentes de Tráfico fue detenido por un delito de quebrantamiento de condena J.P.A., de 59 años y vecino de Xinzo. Inicialmente fue identificado por no hacer uso del cinturón pero al comprobar los datos de todos los ocupantes, los agentes constataron que viajaba en en compañía de una mujer sobre la que tenía una orden de alejamiento impuesta por el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense, al haber sido condenado por un delito de malos tratos en el ámbito familiar.

En esta misma intervención fue denunciado el conductor del vehículo, también vecino de Xinzo, por arrojar un resultado positivo en el test de drogas. Además, todos los ocupantes fueron propuestos para sanción por no justificar el desplazamiento fuera del término municipal de su residencia.

Finalmente, P.M.M., de 31 años y vecino de Salamanca, fue denunciado por un supuesto delito contra la seguridad vial por conducir una furgoneta mixta pese a tener notificada la pérdida de su permiso por haber agotado todos los puntos.