Tres meses de prisión aceptó ayer un acusado de receptación, por utilizar durante dos semanas un móvil que sabía que era robado. El autor del robo no llegó a ser identificado. La víctima caminaba por la calle Ribeira de Canedo, sobre las 3.30 horas de la madrugada del 19 de diciembre de 2014, cuando el atracador lo empujó por detrás, lo tiró al suelo y le sustrajo el móvil. Desde el día siguiente y hasta el 7 de enero, el acusado usó el terminal.