En lo que va de año no es la primera vez en Galicia que los furtivos abaten un lobo. Esta vez fue en el municipio ourensano de A Gudiña, donde la sección sindical de la UGT de los agentes medioambientales y forestales denunciaron el hallazgo de una loba muerta por un tiro. Las consellerías de Medio Rural y Medio Ambiente ya han iniciado una investigación para dar con los autores. A Gudiña es un concello en el que abundan manadas de este animal y causan grandes daños principalmente a la ganadería.
La figura del lobo ibérico está protegida al sur del Duero donde la caza está prohibida bajo cualquier concepto, y la intención del Ministerio es extender esta prohibición a todo el territorio lo que ha causado mucho malestar en aquellos lugares donde la economía depende en gran medida de la ganadería. De hecho el propio Parlamento de Galicia ratificó su rechazo a la inclusión del lobo ibérico en el registro de especies protegidas.
En el caso A Gudiña, su alcalde, José María Lago, apunta que en este concello hay varias manadas, que atacan al ganado. Asegura que siempre los hubo pero en los últimos años más ya que “al ser limítrofes con la reserva de lobos de Castilla, la zona de la Sierra de la Culebra donde está el Centro de Estudios, se acentuó mucho. A cada poco se ve un lobo”. No obstante, asegura que hasta ahora nunca apareció ninguno abatido en este ayuntamiento.
En el caso de esta hembra que apareció muerta en A Gudiña, encontrada por agentes forestales de Medio Rural, presentaba un impacto en el costado derecho con un orificio de entrada pero no de salida, y se cree que era de bala y no de perdigón. Y muy cerca de ella, a menos de 40 metros, había dos jabalíes muertos, pero solo de uno los restos óseos, y el otro parcialmente comido, por lo que se baraja la hipótesis de que se colocaron como cebo para poder abatir a la loba mientras comía. Su cuerpo fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna do Rodicio, en Maceda, donde se precisaránm las causas de su muerte.
En el mes de enero también se reportaron en Galicia dos casos de muerte a tiros, siendo uno de ellos en A Estrada. Un expediente por este tipo de casos puede conllevar una sanción entre 601 y 6.000 euros, además de la retirada del arma de fuego.
