Las horas cuando estás en un hospital transcurren lentas. Más todavía, cuando eres positivo en coronavirus y las cuatro paredes de una habitación son la realidad en la que debes estar para superar una enfermedad que te aisla del mundo. Celso Rodríguez, de 64 años, tacha los días en el calendario para salir de la planta del hospital ourensano con el alta en la mano. “Tengo que ser positivo. Me vino esto y tengo que afrontarlo, no puedo pensar cómo me contagié, por más que no le encuentre explicación”.

"Cuando tienes tiempo, piensas en momentos que te gustarían repetir”

Con tanto tiempo por delante, dice que “aquí las horas tienen más de 60 minutos, al menos eso parece”. La recuperación lenta después de detectar la enfermedad también ralentiza el tiempo. “Te da tiempo a reflexionar sobre muchas cosas, buenas, malas o regulares. Echas manos de tu familia, los llamas o reflexionas de los capítulos que escriben la vida de cada uno. Incluso piensas en momentos que te gustarían repetir”.

Celso es tajante y alega que “como todavía no conozco mi fecha de caducidad, primero tengo que afrontarlo de la mejor manera posible. Segundo tengo que confiar en los sanitarios porque su labor y trabajo es primordial para que me recupere, yo y otra gente. Deposito todas mis confianzas en ellos y pienso que este virus lo voy a vencer”.

La diabetes

Es diabético grado 1, es decir insulinodependiente, y eso ni le atemorizó ni le amedrenta para combatir la enfermedad de la que todo el mundo habla, pero nadie ve. “Las cifras y los índices van por buen camino, lentos, pero van por el buen camino me dicen los médicos. Yo quisiera que fueran un poco más rápido, pero de momento van bien”. Su edad y pertenecer a un grupo vulnerable, no hace perder su positividad. En lo que va de pandemia, hubo al menos 25 fallecimientos de personas de entre 57 y 69 años.

En lo que va de pandemia, hubo al menos 25 fallecimientos de personas de entre 57 y 69 años

Notó fiebre, malestar, dificultad respiratoria y ahora se le añade el cansancio. Síntomas que empezaron y que rápidamente se lo comunicó a su mujer. “Es enfermera en el centro de salud de Mariñamansa así que habló con el médico y al día siguiente me hicieron una prueba y di positivo. Ahí ya nos aislamos ella en una parte de la casa y yo en otra y nos comunicábamos por medios telemáticos. Continúe con los síntomas una semana más y como no mejoraba llamamos al 061 para hacer pruebas y ya me quedé ingresado. Fue todo rápido”.

La letalidad del virus se concentra en su grupo de edad, pero él decidió torear al COVID: “Sabía que podía ser un candidato por mi edad y la diabetes, pero me dije que ‘hay que coger al virus por los cuernos y luchar al máximo’, y eso estoy haciendo. Desde su habitación, tiene unas vistas privilegiadas. A la izquierda está el barrio de Mariñamansa y se ve una parte de Seixalbo, hacia la derecha Piñor y el Seminario Mayor. La ventana le recuerda que la guerra hay que afrontarla y que se gana saliendo victorioso de batallas cruciales.

“Los sanitarios, aunque estén cansados, muestran la cara más afable con el paciente"

La familia es un sostén primordial y los sanitarios son un amparo a todas horas. “Los sanitarios, aunque estén cansados, muestran la cara más afable con el paciente. La profesión les va por dentro. Muestran un encomiable cariño por la atención al paciente, como por su trabajo. Son profesionales altamente cualificados, tanto el personal médico como el de enfermería. Son excepcionales”.

Celso Rodríguez con una sanitaria mirándose la tensión en la habitación. // FdV

La lectura es rutina. A las noticias y reportajes de los principales periódicos de la provincia, se añaden dos libros: Los Secretos de Silicon Valey: las claves del Venture Capital y la novela de Santiago Díez, El Buen Padre. Su día a día pasa lento, pero tiene entretenmientos. “Leo, hago sudokus o problemas de lógica y tengo la tablet. A veces escucho la radio o la televisión, pero me canso de escuchar siempre lo mismo. Aunque tienen que hablar de ello, porque el COVID es un tema importante”.

"No entiendo a la gente que antepone la juerga, en detrimento de la salud"

Se resigna a entender las actitudes inadecuadas de un grupo minoritario de la sociedad. Celso señala que “dentro de la comunidad hay dos grupos. Uno grande que hacen caso a las normas, y uno pequeño que no le hace caso. No voy a diferenciar por grupos de edades, en todos hay gente que no es responsable. No entiendo a la gente que antepone la juerga, en detrimento de la salud. Claro que la pandemia repercute en la economía, por tal motivo, debemos comportarnos con responsabilidad para que le afecte lo menos posible a las personas que lo están pasando mal económicamente”. Palabra de Celso. Amén.