El ourensano Pablo Estévez amenizó el confinamiento en los balcones de Ourense con su habilidad para trasformarse en cualquier personaje. Con la interpretación de Mercury en su terraza de la avenida de La Habana logró proyección nacional. Con el inicio de la desescalada sus actuaciones pasaron al formato ‘online’ y en septiembre bajó el telón.

Cuando recogió los disfraces, complementos y la máquina de hacer humo había interpretado a 75 personajes diferentes. “Pero me quedó el Joker. En el confinamiento no lo pude hacer porque me faltaba la peluca, y le tenía ganas”, explica. Así que, aprovechando el Entroido y el “gusanillo” de preparar los disfraces para sus hijos, respondió a las llamadas de sus seguidores en redes sociales con una ‘performance’ del personaje La escena de la escalera la grabó ayer por la tarde en el entorno de la antigua prisión. La actuación completa la editará y publicará próximamente.

“Estaba desentrenado y un poco lo echaba de menos”. Su paso por los balcones ha marcado también a su hijo, que con sus compañeros de clase tenía que disfrazarse de trabajador esencial. Eligió a su padre, la persona que en tiempos difíciles lograba sacar una sonrisa en los balcones.