Cada día y hasta el final de su vida, Benny Goodman practicaba escalas todas las mañanas, antes de desayunar, y después estudiaba. El 13 de junio de 1986, sufrió un infarto mientras estaba tocando música de Mozart. El jazz desborda las obligaciones de un oficio y del arte y es, con mucha probabilidad, la música de la que los artistas nunca se jubilan. “Nadie se toma tan en serio la música como un músico de jazz”, decía el compositor y pianista Duke Ellington. Por eso es más frecuente que en ninguna otra expresión creativa ver a octogenarios recorriendo continentes con sus formaciones, en gira. Ornette Coleman defendía que el jazz es la única música en la que "una nota puede sonar una noche tras otra, pero siempre diferente”.

Hasta que la pandemia no irrumpió en el mundo, Chick Corea (1941–2021 ), seguía llenando auditorios tras siete décadas de carrera. El 23 veces ganador del Grammy , fallecido este martes a consecuencia de una forma rara de cáncer que le había sido diagnosticado recientemente, estuvo en marzo de 2020 en España, el país en el que bebió de la influencia flamenca y que daría nombre a una de sus creaciones más conocidas. En Spain, que cierra el álbum Light as a Feather, el segundo disco de estudio de su grupo de jazz fusión Return to Forever –rock progresivo, jazz latino y bossa como influencias principales– , la improvisación nace del adagio del Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo. Justo en la fase de su carrera en la que ideó una Akoustic Band como complemento a la Elektric Band, Chick Corea estuvo en Ourense. Fue el 2 de diciembre de 1988. El primer concierto que se celebró en el pabellón Paco Paz. Fue una de las primeras citas para los aficionados del jazz ante un artista mayúsculo, ocho años antes de que el Café Latino comenzara con su festival de primavera.

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Una foto de Iñaki Osorio

Faltaban cinco meses para que Iñaki Osorio, uno de los fotoperiodistas más experimentados de Galicia, comenzara a trabajar en Faro de Vigo. Ya con la vocación clara, llevó su cámara al concierto. “Mi misión siempre fue llevar la alegría de la creatividad adonde pudiera”, dice la carta de despedida del legendario pianista, uno de los más grandes de todos los tiempos, innovador desde su etapa junto a Miles Davis a finales de los sesenta. Sin el hombre, sin más conciertos ni más giras, queda para siempre su obra, ecléctica e inmortal.