“Con esta estación de autobuses de Ourense se abre el tiempo de la intermodalidad en Galicia”, declaraba ayer la conselleira de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez, durante la puesta en servicio de forma provisional, de la nueva estación de buses de la ciudad, ubicada en la misma explanada de la que será la estación intermodal del AVE en A Ponte.
Una acto aún no inaugural pues quedan trabajos de urbanización e integración el entorno para separar el centro de salud de A Ponte visualmente de las propias dársenas de autobuses entre otras y de comunicación.
Según la conselleira, que estuvo acompañada por el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, quien volvió a pedir que Ourense ”deje de ser la Cenicienta de Galicia”, del vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández y del delegado de la Xunta Gabriel Alén entre otros, que como prueba del alto grado de intermodalidad de esta nueva estación , “en 30 segundos”, un viajero podrá culminar el transbordo de la estación del bus, a la del tren, o a la inversa “y sin subir escaleras”.
Por todo ello la conselleira insistió en que “esta es la más intermodal de las intermodales gallegas” indicó en relación a la accesibilidad entre los distintos de transporte y el futuro parking subterráneo.
El desarrollo del acto y la comitiva oficial, estuvieron acompañados no obstante en todo momento, por miembros de la Plataforma Tren Digno que desplegaron sus pancartas, y opinan lo contrario que la conselleira, que esta estación no soluciona la intermodalidad, sino que perpetúa la brecha entre barrios , creará colapso de tráfico y además levanta un muro de 9 metros de altura que la hará la calle más contaminada” señalan.
9 millones de euros
La conselleira prefirió centrarse en su intervención no en las criticas, sino en las obras. Recordó que la inversión realizada hasta ahora es de 9.000.000 de euros, y con la apertura de esta estación de bus está listo el derribo de la de O Pino, cuyo terreno se cederá a Fundación Amancio Ortega, para que construya y done una residencia de mayores para la ciudad.
Ethel Vázquez visitó también el edificio anexo de viajeros, con una superficie de 400 metros queda los servicios básicos parra los usuarios, y volvió a enfatizar el trabajo realizado por la Xunta “para cumplir los compromisos con la ciudad”. Destacó que el Gobierno gallego dota casi el 65% de la inversión del estacionamiento subterráneo que está ejecutando Adif en el subsuelo de la intermodal, con más de 300 plazas, y que espera esté finalizado en primavera.
También avanzó Ethel Vázquez que continuarán los trabajos de la plaza de la estación, que suponer la reordenación de toda la fachada actual de la estación, e incluye la instalación de una fuente de carácter ornamental para resaltar el espíritu termal de la ciudad.
No obstante aprovechó para denunciar la “ negativa al diálogo con la Xunta” por parte del Gobierno central y lamentó que “esta estación de autobuses se ponga en marcha, sin fecha para obra de la estación intermodal”.
Solicitó por ello que es necesario convocar una reunión de la comisión de seguimiento de la obra de la estación intermodal” integrada por Gobierno Central y Xunta, Concello y Adif. Finalmente la conselleira destacó otras obras promovidas por su conselleira en Ourense, como la reforma de calle Marcelo Macías, o la puesta en valor del Puente Viejo centrado para la construcción o el próximo inicio de las obras de Seixalbo.
“Esta es la intermodal de un pueblo, no la del Ourense del siglo XXI. Aún es posible replantearla” dice la plataforma
Miembros de Plataforma Tren Digno Ourense, desplegaron pancartas ayer en el interior de la nueva estación de autobuses de Ourense, durante el acto de puesta en marcha de la misma, dentro del largo calendario de protestas que han convocado o desde en los últimos años, tras conocer el cambio definitivo del proyecto inicial de la intermodal. Jesús María Pérez Barreiros, portavoz de la plataforma señaló que “es una muestra más del rechazo de buena parte de los ciudadanía contra de la misma, para mostrar el frontal rechazo, al diseño tanto de la estación de autobuses como de la propia estación intermodal de Galicia.
“No hace falta ser un experto para darse cuenta de que una estación al lado de un centro de salud, con todo atomizado y en una calle que se convertirá en la más contaminada de España, es solo un pegamento para justificar que hacen algo, sin hacer nada”, indicó el portavoz. El tráfico que se generará en la zona “será descomunal, pese a ser una estación propia de un pueblo de una villa, pero no de la tercera ciudad de Galicia. Aún es posible replantearla”, propuso el portavoz de Tren Digno.
Está por comprobar, añadió, “cómo afectará al comercio, cuando comience a funcionar en firme. No queremos este chabolo. que no respeta la movilidad, ni la ecología. Somos apartidistas y nos guiamos por criterios técnicos, como el Colegio de Arquitectos que no la rechaza por capricho . Esta no es la estación de entrada del AVE a Galicia, ni para un Ourense del siglo XXI” remató.
