La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil activó un seguimiento vigilante de los niveles y barajaba la posibilidad de desbordamientos cuando, el pasado 20 de enero, comenzó la sucesión de borrascas que han recorrido Galicia en las últimas jornadas. Las lluvias, sumadas al efecto del deshielo tras las nevadas de diciembre, aumentaron el nivel de los embalses y también de los ríos, pero la situación es “tranquila”, según el organismo de cuenca, y ayer, en el balance de las 14 horas, el estado de los niveles fluviales era normal en la provincia, sin alcanzarse siquiera el nivel de activación.
En cualquier caso, dos semanas de borrascas han incrementado por regla general la cantidad de agua acumulada en los embalses, así como la altura de los ríos. El año hidrológico comienza cada 1 de octubre. A fecha del pasado 17 de enero, la precipitación acumulada media en la provincia de Ourense era de 460,1 litros por metro cuadrado, un 15 % por debajo de la media histórica del periodo 1980-81 a 2011-12. A día 31 de enero, tras el paso de un tren de borrascas, el registro había subido a 610,3 l/m2, un 1 % por encima del histórico.
Entre el aporte de las lluvias de las últimas semanas y la actividad del embalse, el Miño baja con amplitud por Ourense, anegando las zonas termales públicas, que la pandemia mantiene inutilizadas desde el pasado mes de marzo. Según la Confederación Hidrográfica, el caudal en las estaciones de la provincia se encuentra, de media, un 29% por debajo del promedio histórico, abarcando entre unos mínimos de -69,6 y -63,8 %, en el río Limia, en Xinzo y Ponteliñares respectivamente, y unos máximos de +11,2 y +11,1% en el río Sil, en O Barco, y en el Miño a su paso por la ciudad.
El Miño, a más de 4 metros en la ciudad
A las 14 horas de ayer, el nivel de este río en Ourense era de 4,15 metros. El nivel de activación se sitúa en 5. El Miño atravesaba A Peroxa a 3,67. Se situaba cerca del nivel de activación el Avia. En O Barco de Valdeorras, la altura del Sil llegaba este jueves a los 7,12 metros, uno por debajo del nivel de activación.
La cantidad de agua que retienen las presas también ha subido a consecuencia del tiempo de finales de enero. Los embalses de la provincia se encuentran al 69,43% de su capacidad máxima, un 6,97% más que la semana anterior. Este volumen es un 11,17% menor que hace un año y un 0,27% menor que el llenado promedio histórico a estas alturas.
