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El agente juzgado que acusa a tres policías en dos casos y dos querellas

El exjefe antidroga figura como perjudicado por el robo de armas y es acusación popular en la causa por la muerte de un agente | Los gemelos, investigados en ambos procedimientos | Se querelló contra ellos y el jefe de Asuntos Internos

El exjefe antidroga de la Policía Nacional de Ourense, Antonio R. F. / BRAIS LORENZO

El inspector Antonio R. F. está suspendido del servicio en la Policía Nacional desde su detención, en noviembre de 2015, en la operación ‘Zamburiña’ de la Unidad de Asuntos Internos. La previsible absolución por parte de la Audiencia Provincial, tras haber acordado la nulidad de la escucha y de la investigación resultante –la sentencia aún no será firme y a la Fiscalía le queda la posibilidad de recurrir al Supremo–, le abre la puerta a poder solicitar la reincorporación al cuerpo y la restitución del salario perdido. Es acusado en la ‘Zamburiña’ y el ministerio público solicita una pena para él de más de 11 años de prisión y largas inhabilitaciones, pero también es parte acusadora en otros procedimientos judiciales.

El exjefe antidroga de la comisaría se mueve en múltiples frentes. La Audiencia Provincial ha resuelto, hace pocos días, que puede ejercer la acusación popular en la causa por la muerte del agente Celso B. A. en la comisaría, en abril de 2016, a consecuencia de un disparo con una de las seis armas sustraídas del búnker en agosto de 2014. Con anterioridad, fue excluido de ese mismo procedimiento como acusación particular, una figura que ejerce la familia del fallecido.

Además, Antonio R. F. es considerado como perjudicado, por el robo de armas, por el mismo juez, Leonardo Álvarez, que lo llevó juicio en la ‘Zamburiña’. El magistrado aún se encarga de la instrucción de la desaparición de las pistolas y revólveres. Tanto en este caso como en el de la muerte del policía, que instruye la magistrada Eva Armesto, los investigados son los inspectores gemelos Roy y Bernardo D. L. En los dos procedimientos, Antonio puede instar diligencias, la apertura de juicio y, llegado el caso, formular acusación y solicitar condena.

Dos querellas

La acciones judiciales del exjefe antidroga, representado por la abogada Beatriz Seijo, no terminan ahí. Se querelló contra los hermanos por varios presuntos delitos, ya que a ellos atribuye el anónimo de 2014 remitido a Asuntos Internos, así como la supuesta creación de pruebas falsas, utilizando presuntamente su clave y la de otros agentes para hacer consultas incriminatorias y dar verosimilitud a los hechos denunciados en la nota. Antonio también emprende acciones penales contra el inspector responsable del grupo VI de la Unidad de Asuntos Internos. La letrada llegó a calificarlo como presunto delincuente en el juicio de la Zamburiña. Ni el agente ni la treintena de efectivos de la unidad secreta propuestos como testigos llegaron a declarar una vez que la Audiencia anuló todas las pruebas propuestas, al considerar que se derivaban de la escucha inicial, que ven ilegal.

El lío de causas sobre la comisaría

La madeja de causas cruzadas sobre la comisaría, con dos unidades policiales enfrentadas –Asuntos Internos y UDEV opinan lo contrario y se rebaten en informes– y solo tres juzgados en la ciudad para dirimir todos los procedimientos, complica el camino de algunas diligencias por la preservación de que los jueces no incurran en posibles causas de abstención o recusación. El ejemplo más llamativo es de la querella contra el jefe de Asuntos Internos. Recayó en Instrucción 1. El titular, Leonardo Álvarez, se abstuvo, tras haber trabajado en la ‘Zamburiña’ con dicho grupo. Se hizo cargo, como legal sustituta, Eva Armesto, que también se apartó tras haber removido a dicha unidad al considerar que era parcial y omitía datos (la Audiencia revocó). Finalmente, el magistrado de Instrucción 2, Luis Doval, se hará cargo de dicha tramitación en el juzgado de Instrucción 1.

La querella del exjefe antidroga contra los gemelos recayó en Instrucción 2, por reparto, pero Luis Doval considera que el juez competente tal vez sea su compañero Leonardo Álvarez, del número 1. El lío sigue.

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