Con 124 pacientes con COVID-19 ingresados en los hospitales de Ourense, Verín y O Barco, diez de ellos en la UCI, y una cifra de casos activos que crece de manera descontrolada, el área sanitaria trabaja ya en la planificación de sus recursos en previsión de las necesidades presentes y futuras.
Esta misma semana, la gerencia ha dado instrucciones para que no se programen intervenciones quirúrgicas no urgentes que requieren ingreso y se sustituyan por cirugía ambulatoria menos compleja y que no precisa cama hospitalaria. Esta decisión no afecta a las urgencias ni a las intervenciones preferentes y oncológicas, que se siguen realizando sin cambios, pero mantiene la actividad en los quirófanos sin ocupar espacio en planta.
El plan de contingencia está en marcha y se han ido habilitado las unidades de hospitalización según las necesidades. Esta planificación, explica Rubial, tiene en cuenta las posibilidades actuales del CHUO, que todavía permite cierta elasticidad en previsión de un aumento de los ingresos, pero también contempla la reapertura del hospital de Piñor para el ingreso de pacientes agudos. Este centro, que alberga la Unidad de Rehabilitación Psiquiátrica, ya se utilizó como unidad residencial medicalizada durante la primera fase de la pandemia para acoger a mayores de residencias con positivo en COVID.
“Hace años que este hospital no recibe pacientes agudos pero está en perfectas condiciones para hacerlo”, explica Rubial. Será la presión asistencial del momento la que marque su uso, en el caso de que se hiciese necesaria su reapertura: “Se utilizaría para traslado de pacientes de otras patologías o para pacientes COVID si la situación sigue creciendo; dependerá de las necesidades”.
No obstante, matiza, todavía “hay margen” en el CHUO para un incremento de la hospitalización. “Tendríamos que agotar todas las posibilidades de ingreso y de momento tenemos una enorme elasticidad de camas”, explica el gerente. Y menciona unidades que habitualmente están cerradas, especialmente en materno infantil, y que se usan según las necesidades asistenciales. El cambio en la programación quirúrgica también ofrece una mayor flexibilidad en el uso de camas.
“Tenemos más de 100 personas hospitalizadas y esta cifra desgraciadamente seguirá aumentando en los próximos días de manera proporcional a la evolución de los contagios”, explica el gerente. “Pero como no vemos un tope en el horizonte del crecimiento de casos activos, tampoco vemos un tope en la hospitalización. Y esto lógicamente nos preocupa mucho porque la cifra es imprevisible”, señala.
La evolución epidemiológica sigue registrando datos sin precedentes en Ourense. La provincia sumó ayer 245 contagios nuevos en un solo día y la curva se disparó hasta los 2.252 casos activos, 144 más que la jornada anterior. Desde el 1 de enero la cifra se multiplicó por 3,5. El número de muertes se eleva a 327 tras fallecer ayer dos pacientes en el CHUO, concretamente dos hombres de 74 y 90 años.
Además, el virus se extiende por todo el territorio y ya solo hay 13 concellos sin ningún caso COVID. Otros 36 tienen más de diez contagios y el resto entre 1 y 9. La ciudad de As Burgas sumó 68 casos activos nuevos en 24 horas y son ya 717 infecciones. Ante un aumento tan significativo, el Sergas realizará este fin de semana un cribado entre 8.000 vecinos de la capital para detectar asintomáticos.
Ayer se realizó otro en Barbadás, que alcanza los 73 afectados. De los 2.000 vecinos convocados, acudieronel 67,8%. En total se realizaron 906 pruebas PCR y 450 test de antígenos. Los resultados se conocerán hoy.
El personal sanitario se trasladará esta tarde a Ribadavia, donde realizarán otro cribado masivo entre 750 vecinos.
Crece la incidencia en las residencias de mayores con 35 positivos en un día, catorce en Bande
Mientras sigue activa la segunda fase de vacunación en los centros sociosanitarios de la provincia, la incidencia entre la población mayor y trabajadores de estos centros va en aumento. Política Social notificó ayer 35 nuevos positivos que elevan el total a 131. Entre los contagios nuevos, 28 corresponden a usuarios y siete a trabajadores. En la residencia de Bande, donde se había detectado un positivo entre la población residente, el cribado posterior ha revelado un brote, con 12 usuarios más que han dado positivo y dos trabajadores. En total, son 13 las personas afectadas en este centro. Quercus, de Leiro, sumó dos nuevos positivos entre el personal, por lo que ya son nueve bajas, y se mantiene en 27 la cifra de residentes contagiados. En Muíños se detectaron cuatro nuevos casos en el centro Virxe da Clamadoira, y son un total de ocho los afectados. También ha entrado el COVID en el asilo San José, que estaba libre del virus pero notificó cuatro positivos en las últimas horas, dos entre los usuarios y dos en el personal. Santa María de Verín registró ocho nuevos contagios entre los usuarios y ya son 36 los mayores afectados por este brote que también incluye a diez trabajadores. Finalmente, entre los nuevos casos registrados en residencias de mayores en las últimas horas hay dos usuarios y un trabajador de la vivienda comunitaria de Vilar de Santos, donde previamente se habían detectado sendos positivos de un trabajador y un usuario. En conjunto son 33 los trabajadores de baja por coronavirus en residencias de mayores y 98 los usuarios afectados. A los citados anteriormente se suman otros 9 de la residencia de Vilardevós.
