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Las heroínas también se vacunan: “Es un poco de esperanza en esta tercera ola”

Paula Lopo, enfermera de la UCI, con la primera dosis. | // FDV

La enfermera Rosa Ferreiro fue la primera sanitaria vacunada en el hospital ourensano. | // FDV

Tras el pinchazo, todo son sonrisas. | // FDV

Tres días para vacunar a 2.500 sanitarios. Esa es la pretensión y el objetivo del equipo de coordinación de vacunación contra el COVID para este final de semana laboral. Un objetivo ambicioso, después de ser la provincia con mejor registro de administración de dosis con un ritmo superior al resto y donde ya se vacunaron más de 8.000 personas, entre mayores y profesionales de residencias, además de los profesionales del equipo de vacunación que con las dosis sobrantes ya aprovechaban para inyectarse la primera dosis de la vacuna.

Dicen que la primera dosis no tiene síntomas y eso es totalmente mentira. En todos los que la reciben hay uno que es común, la sonrisa que provoca alegría. Unos con los pulgares arriba, otros con símbolo de victoria y otros simplemente con cara de felicidad. Ayer la primera en adquirir la primera dosis de la vacuna fue Rosa Ferreiro, enfermera, en el hospital ourensano. Eran las 8.30 horas y ya estaba vacunada. Entró en una sala habilitada para los equipos de vacunación, dio el consentimiento a la enfermera y en menos de dos minutos ya era la primera vacunada. Salió con más ánimo con el que entró y con una sonrisa en la cara diciendo que “es una honra, lo estábamos deseando”. Palabras escuetas para una celeridad en atender sus funciones, porque así son las heroínas con capa blanca (o verde) piensan en los demás, antes que en ellos mismos.

La coordinadora del programa de vacunación, Josefa Rodríguez, miró con buenos ojos la primera jornada y explicó que “la jornada de vacunación transcurrió sin ninguna incidencia en los tres hospitales y en los cinco puntos de Atención Primaria, que son Maceda, Bande, Carballiño, Xinzo y el centro de salud de A Ponte”. Además sobre los equipos de vacunación explicó que “son los mismos equipos que estábamos utilizando para residencias, así que tanto en el registro como en la recepción fue fenomenal”.

Ayer fue el turno de las primeras dosis para los servicios sanitarios que están luchando en la primera línea de batalla frente al coronavirus. En concreto, las unidades de Urgencias, los profesionales de la Unidad de Críticos, de la REA, del servicio de Oncología, los de hospitalización a domicilio (HADO) o los hematología, entre otros. Una de las que está en primera línea es la médica de UCI, Lorena del Río, que ayer recibió la primera dosis de la vacuna con los dedos en señal de victoria. La sanitaria señala que “recibir la vacuna en medio de esta tercera ola es un poco de esperanza que nos da a los profesionales para este escenario de gran transmisión. Es un paso hacia delante en nuestra lucha contra el virus”.

La esperanza y alegría inicial se diluye cuando el balance asoma en las primeras palabras. Lorena explica que “la verdad es que pasamos un año, bueno casi un año, muy complicado y pensamos que era una carrera de meses, pero es una carrera de fondo lo que estamos viendo. Si en abril estábamos estresados y en noviembre frustrados por la situación, esta tercera ola nos pilla muy cansados, muy abatidos, y las fuerzas y las energías empiezan a ser las justas”. Sobre el síntoma de la alegría de la vacuna, alega que “es verdad, por un momento sientes una gran alegría para recuperar la pseudonormalidad, pero después ves las medidas y la situación y ya vuelves a la realidad”. A pesar de los mensajes de los sanitarios y de las autoridades, la prevención y la protección no cala lo suficiente para que la responsabilidad individual sea máxima tanto en entornos públicos como privados. Lorena explica que “nos queda mucho tiempo por llevar la mascarilla y hay que seguir con la distancia de seguridad y las medidas de protección, no hay que bajar la guardia”.

Hoy se cumplirá la segunda jornada de vacunación, donde el escuadrón sanitario que administra las primeras dosis irán a O Barco, Viana, Trives, Castro Caldelas, Verín, Coles, Ribadavia, Allariz, Celanova y el centro de salud de Valle-Inclán en la capital. El reto está servido y la tercera ola “is here” para poner a prueba el esfuerzo, el compromiso, la responsabilidad y sobre todo la energía y las fuerzas de unos sanitarios que seguirán en primera línea contra el virus. Porque lejos de disminuir la incidencia del virus, la tercera ola ya navega fuerza con una marea que deja cifras de auténtica preocupación con una pandemia que prevé ser más fuerte en la tercera ola que en la segunda. Ellos seguirán siendo el dique de contención, pero, una vez más, te llaman a ti, a que seas responsables y cumplas. Ellos seguirán cumpliendo.

Más de 200 infracciones durante la Navidad: 118 por incumplir el toque de queda

El balance de la Policía Local desde el 21 de diciembre al 12 de enero identifica las causas de la alta incidencia del virus en la provincia de Ourense. En total, el cuerpo de seguridad detectó 203 infracciones durante la Navidad. En un ranking de infracciones, la que más denuncias tuvo fue el incumplimiento del toque de queda con 118 denuncias puestas por no cumplir el horario nocturno marcado por las autoridades sanitarias. Además 25 personas fueron denunciadas por no llevar la mascarilla puesta y otras 25 personas también fueron denunciadas por no guardar la distancia de seguridad. Los agentes de la Policía Local también identificaron a 17 personas que incumplían las restricciones en los aforos de las terrazas y pusieron ocho denuncias a personas que no respetaron los cierre perimetrales marcados. Además tres personas cometieron infracciones como exceso de aforo, no respetar el número máximo de personas o consumo en el interior de la hostelería sin distancia de seguridad. Solamente un hostelero fue denunciado por el incumplimiento del horario marcado.

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