La ciudad se despidió oficialmente ayer de la Navidad, con el apagado definitivo del alumbrado navideño, y el remate de la campaña de apertura dominical de los comercios. De hecho el centro comercial Ponte Vella, decidió ya no abrir las puertas ayer, y solo determinados locales del centro aprovecharon la última jornada del calendario dominical navideño aprobado por la Xunta de Galicia.

Ayer, en la Plaza Mayor se hacían los últimos selfis ante el árbol de Navidad, que el más fotografiado de la historia, y ante el que miles de vecinos y visitantes hicieron su foto de recuerdo navideña. El Concello decidió ampliar hasta ayer el calendario de la iluminación, para apoyar al mismo tiempo la campaña de ventas navideñas. La iluminación más cara de la historia de la ciudad dijo adiós al año y a las navidades más difíciles.