El capitán de la Guardia Civil que manda a los cerca de 150 efectivos del Subsector de Tráfico de esta provincia es un experto en control de fronteras, natural de Zamora, que vuelve a Ourense “muy ilusionado”. Isaac de Toro Mezquita, nacido en 1970 y en el cuerpo desde su ingreso en 1987 –fue el primero de su promoción–, trabajó un decenio en Verín y, tras una dilatada experiencia en el extranjero, ahora regresa para ejercer la jefatura en el control de la seguridad vial, en lo que compete al instituto armado. Su intención es permanecer en el cargo más de tres años, hasta su previsible ascenso a comandante. Llega con ganas de “optimizar recursos” y tratar de que las cifras de siniestralidad mortal –12 fallecidos en lo que va de año– bajen a cero. Capitaneará un Subsector que se estructura en tres destacamentos –Ourense, Verín y O Barco–, entre cuyas amplias competencias se incluye intervenir en época de nevadas en carreteras locales de montaña, vigilar la principal vía de comunicación de Galicia desde la Meseta –la autovía A-52– o hacerlo en las distintas carreteras fronterizas, que conectan Ourense con Portugal (las principales, la N-525 y la A-75).
Graduado en Derecho y Criminología y con una tesis doctoral en proyecto sobre la gestión de las fronteras exteriores, Isaac de Toro apuesta por implementar una visión y metodología científicas en el análisis de los problemas de seguridad vial. En una provincia dispersa y extensa como Ourense, el siniestro de tráfico más habitual es el que causan animales que irrumpen en la calzada, como jabalíes, corzos o zorros. En lo que va de año han ocurrido mil sucesos de este tipo, la gran mayoría solo con daños materiales. En sus primeras reuniones con otras administraciones, el nuevo capitán de Tráfico ya ha abordado esta problemática. “Estamos explorando diferentes opciones”, dice. En el vial que conecta el polígono de San Cibrao con Rante, por ejemplo, hay viales que permiten la salida de la fauna, para que no se vean encajonadas en el asfalto en el caso de que accedan a la vía. Mediante el análisis de riesgos, una labor para la que la Guardia Civil dispone de aplicaciones, el objetivo es llevar a cabo un estudio de los tramos y franjas horarias con mayor riesgo para la irrupción de animales.
No hay ningún ‘punto negro’
En la red de carreteras de Ourense no existe en la actualidad ningún ‘punto negro’ con especial siniestralidad. Algunos tramos conflictivos, como el kilómetro 129 de la autovía A-52, han experimentado mejoras. Isaac de Toro es ambicioso y cree que es posible mejorar las cifras de siniestralidad. “Intentaremos que sea más baja, llegar al 0. El factor humano es el que causa más accidentes hoy en día”. Consciente de que los recursos son limitados y de que la realidad incluso amplía los servicios que atender –como los controles de movilidad por los cierres perimetrales a causa de la pandemia–, el nuevo capitán planea una “vigilancia optimizada según el plan estratégico, analizando los tipos de accidentes y los casos de fallecidos por vías, potenciando el servicio en esos tramos. Haremos un análisis de riesgos, enfocando el potencial humano en los puntos y horarios más conflictivos”, expuso ayer el capitán en una cita con periodistas en la Comandancia de Santa Mariña.
Velar por la seguridad vial va unido a establecer controles para detectar posibles infracciones al volante. La pasada semana, se detectaron 83 positivos en alcohol de un total de 4.307 conductores, así como 24 que habían consumido drogas de los 37 sometidos al test de saliva. “Si es necesario hacer 10.000 pruebas, las haremos, para que los infractores sepan que estamos ahí. Pero hay que concienciar a la sociedad con educación, directamente en las escuelas; la seguridad vial debería estar en el currículo, formar parte de la educación”, defiende.
La experiencia internacional del nuevo capitán de Tráfico de Ourense implicaba una vida en avión por Europa durante años. El punto de inflexión para esa vía, “lo que me abrió las puertas”, fue aprender inglés en la Escola Oficial de Idiomas, a cuya directora, Nancy Casielles, menciona con aprecio. Participó en misiones en Bosnia con la policía internacional, trabajó para la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), con experiencia en la crisis migratoria en Grecia. Estuvo en el comité mixto de fronteras y fue evaluador Schengen. En 2016 regresó a España como jefe de Destacamento en Benavente. Casado y con dos hijos, Ourense es su nuevo destino, “mi casa”.
