Estas fiestas van a traer más lágrimas que nunca. Y no por los emotivos reencuentros, sino por las forzadas ausencias. Muchos mayores que viven en residencias tampoco volverán a casa por Navidad.

Las familias han optado por la prudencia. A pesar de que el protocolo de la Xunta permite estancias de un mínimo de cinco días, prefieren blindar la salud de los abuelos. Hay riesgos que es mucho mejor no correr y la salida de los mayores no solo implica exponerles al virus, sino a una PCR antes de regresar al centro y una vez allí guardar una semana de aislamiento preventivo sea cual sea el resultado de la muestra. Así que son muchas las familias que ya han comunicado que este año no irán a buscarles para cenar o comer en casa por Navidad.

“A los usuarios, estar alejados de sus familias no les hace bien y ha sido un año muy malo, por eso aquí redoblamos esfuerzos para reforzar otras actividades. No vamos a suplir el calor familiar pero intentaremos ponérselo más fácil para que los mayores lo pasen lo mejor posible, señala la directora del Fogar Residencial Carballeda de Avia, María Ochogavía.

Este centro no ha tenido ningún caso COVID en toda la pandemia por lo que siguen con los dedos cruzados. “Decimos siempre ‘de momento’ porque esto no se ha acabado. Todos hacemos lo posible por evitarlo pero este virus es muy difícil de controlar, puede entrar en cualquier momento. Nosotros hemos tenido el factor suerte, pero es verdad que somos un sector muy castigado”, señala Ochogavía. El centro que dirige, en Carballeda de Avia, tiene 44 usuarios y por el momento, explica, “las familias están optando por la prudencia, es que es contraproducente, estamos en un momento muy complicado”.

La directora también apela a la responsabilidad: “Es mejor aguantar un poquito más”. El calor familiar, afirma, también lo recibirán en este centro, pequeño y con un ambiente muy cercano. La Navidad será más especial que nunca y los mayores ya han formado un Belén viviente para enviar su felicitación a los que están fuera. “Para Navidad ya tenemos programadas las videollamadas para que nadie se quede sin hablar con la familia”.

En la Vivienda Comunitaria Santa Marina de Cartelle, de mutuo acuerdo, centro y familias han decidido que nadie sale de la residencia en Navidad. “Creo que es lo mejor, este año tenemos que protegerlos porque estas personas, a nada que cogen se ponen muy malitos, y el COVID es mucho peor”, afirma la directora Encarna López.

Este centro es pequeño por lo que la Navidad será muy familiar, además el hijo y la nuera de la directora también trabajan allí. “La celebraremos con ellos”, dice Encarna que ya tiene diseñado el menú. En Nochebuena habrá merluza a la cazuela con almejas y langostinos y el 24 cabrito al horno con guarnición y tarta de fresas.

Este centro no ha tenido ningún caso de COVID hasta la fecha y quiere seguir así: “Es duro pero es por el bien de los mayores”, afirma Encarna, que asegura que todas las decisiones son consensuadas con las familias.

También ha esquivado el virus la residencia y vivienda comunitaria geriátrica Fogar Antioquía, de Xinzo de Limia. El director, Luis Ribo, apela a la responsabilidad y señala que, en su centro no hay nada decidido todavía pero las conversaciones que ha tenido hasta el momento siguen la línea de la prudencia. “Los familiares prefieren ser precavidos y nosotros también”, apunta. El momento que vive Galicia, y en particular la provincia de Ourense, con los casos en ascenso, invita a dejar a los mayores en las residencias y no exponerlos a un posible contagio. “La Navidad la pasaremos todos juntos aquí, son unas fiestas que siempre son especiales pero este año puede que haya alguna novedad”, concluye.

Dos brotes en Cea y Loñoá suman 28 nuevos positivos

La curva sigue en ascenso en Ourense, con 458 casos activos, y un nuevo fallecido, un hombre de 83 años que estaba ingresado en el CHUO. Además, dos nuevos brotes en San Cristovo de Cea y Pereiro de Aguiar han empeorado la situación. En el primer caso, el foco está en la residencia La Saleta, donde la PCR positiva de un usuario que presentaba síntomas derivó en un cribado que arrojó ocho casos más entre los residentes y uno en la plantilla. Los nueve mayores contagiados han sido trasladados a una planta vacía de la residencia Os Gozos de Pereiro, y el sábado se realizará un nuevo crigado. El brote en O Pereiro está en Loñoá, donde se han detectado 18 casos.