Una noche de prostíbulos y alcohol terminó con él al volante de un tractor causando daños en un coche y en puertas de la casa grande A Cerca, una vivienda señorial de Chaguazoso (A Mezquita) en la que entonces vivía, como inquilino, el exbanquero y expolítico Mario Conde, aunque aquella madrugada no estaba. Esa es la tesis de la Fiscalía contra F. A. S., de 49 años, un vecino de la localidad que niega haber sido el autor de los desperfectos. “No caigo bien a la Guardia Civil, ni ellos a mí. Me contaron esa fantasía y me quedé alucinado. Es un invento eso de lo que me acusan. Los vacilé, ellos también me toman a mí el pelo”, manifestó el encausado en su interrogatorio en el juicio, ayer en el Penal 1. “Cero guardias le tienen manía, cada uno se defiende como puede”, dijo en su turno, un agente del instituto armado. La defensa pide la absolución. El fiscal, una condena a 5.400 euros de multa y casi 2.000 de indemnización por los desperfectos.
Los hechos se remontan a la madrugada del 6 de julio de 2016. El ministerio público sostiene que el acusado aplastó con su tractor el techo del coche de un vecino, rompiéndole los cristales y arrastrándolo durante unos seis metros. “Vi una silueta y asimilé que era él, pero no puedo afirmarlo al 100%, porque era de noche y lo vi de espaldas. El tractor iba a toda hostia, a 25 o 30 kilómetros por hora”, declaró ayer el perjudicado en la vista. Los daños en su Honda Civid sumaron 6.700 euros, de los que más de 2.000 ya han sido abonados por la aseguradora. Presuntamente, el acusado también impactó con su vehículo agrícola contra dos puertas de acceso de la casa en la que vivía Conde, de la que se ocupaba un guardés y es propiedad de un vecino, Gabriel C. En la casa la factura de los daños superó los 5.100 euros. Por aquella época, Mario Conde llevaba varios meses sin pagar al dueño. Para los arreglos, “encargó sin consentimiento mío las puertas e incluso les puso las iniciales, MC”. El guardés afirmó en el juicio que no sabe si el conductor del tractor que causó los daños –se sobresaltó con el ruido– fue el acusado.
F. A. S. asegura que, aquella madrugada, él y un amigo regresaron al pueblo tras haber bebido “bastante” y durmieron juntos en la casa del acusado. Cuando ya era de día apareció la Guardia Civil. El presunto autor afirma que no sabe quién cogió el tractor. En el coche y las puertas dañadas había rastros verdes, como la pintura de su vehículo agrícola. Tras la rotura del hidráulico, por el impacto, quedó un reguero que fue guiando a los guardias desde el lugar del impacto a su casa, “como miguitas” de pan, “era clarísimo” testificó ayer el agente. Según el acusado, siempre dejaba las llaves puestas en el tractor, y en la localidad hay unos cincuenta vehículos de ese tipo. Un tiempo antes de los hechos, el acusado presuntamente descalificó al exbanquero en una discusión de bar. “No me acuerdo”, alega.
