El Juzgado Nº2 de lo Penal de Ourense condenó a Manuel P. B. a tres años de prisión por un delito de homicidio imprudente grave, que le costó la vida a un agente de la Policía Local de Vigo, y una indemnización a la familia del fallecido que asciende a 548.000 euros, en nueve conceptos en función del grado de consanguinidad y afinidad que tuvieran.

Los hechos se remontan al 18 de agosto de 2018, en Larouco, cuando sobre las 12.20 horas, el condenado se cruzó con una ambulancia y esta tuvo que maniobrar debido a que, según los hechos probados de la sentencia, invadía el carril contrario por múltiples afectaciones en su cuerpo debido a operaciones y a un ictus y también por la ausencia de gafas para ver en condiciones adecuadas el vial y una seria de adaptaciones en el vehículo de las que carecía el condenado. Tras este incidente, llegó el siniestro que la jueza considera que el motorista circulaba a “velocidad moderada y manera correcta” y el condenado invadió el carril contrario colisionando con la moto y saliendo despedido el motorista que finalmente acabó falleciendo en el hospital.

Según el fallo judicial, el agente fallecido no puedo realizar ningún tipo de maniobra evasiva con para tratar de evitar la brutal colisión. Además especifica que “esta conducción con absoluto desprecio a la vida de los demás usuarios de la vía, ya había sido observada por el acusado varios kilómetros antes, cuando se cruzó con una ambulancia, teniendo el conductor de esta que arrimarse al quitamiedos que delimitaba la vía para evitar colisionar con el vehículo del acusado”. La sentencia hace hincapié en la forma de conducción del condenado que “practicaba una conducción que infringía las más elementales normas de cuidado, ya que invadía el espacio reservado a los conductores que circulaban correctamente en sentido contrario”.

El condenado tiene diez días para presentar un recurso ante la Audiencia Provincial y de no hacerlo la sentencia devendrá firme y tendrá que abonar una indemnización a la mujer del agente fallecido por un total de 145.899 euros; al padre y a la madre del agente por un importe de 41.149 euros; a los tres hijos cantidades que van de los 119.443 euros a los 51.334; y a las hermanas del fallecido 15.685 euros a cada una de las tres que todos ellos se personaron como acusación particular que representaba el letrado Carlos Borrás del despacho Borrás y Parapar Abogados de Vigo.

El condenado negó los hechos en la sala Penal Nº2 el pasado mes de noviembre cuando alegó que “me crucé con varios motoristas que iban muy lanzados. No me esquivó, se metió en la puerta y yo no podía salir. Salí asustado y nervioso miré el coche y qué pasó aquí. Ya vi a Tráfico y no me dejó acercarme al señor”. Aludió a los años de carné y que “iba pegado a la raya pero bien, por mi carril”.

Además de la condena privativa de libertad, el fallo le condena a seis años de privación del permiso de conducir vehículos a motor y ciclomotores.