Declaraciones opuestas. Un acusado por delito continuado de abusos sexuales declaró ayer en la Sala de la Audiencia Provincial alegando que la única relación que mantenía con la víctima era de atenderla en un bar y de verla en la Iglesias donde acudía con su mujer e hijos. Sin embargo, la declaración de la víctima, menor de edad, especifica dónde se producían los tocamientos, cómo y cuándo.
C.A.R.O. se enfrenta a una posible condena de 4 años de prisión con una orden de alejamiento de 200 metros y de la prohibición de comunicarse con la misma durante 6 años, por unos hechos que se remontan desde enero de 2017 hasta mayo de 2018. En ese tiempo, según el escrito de acusación, el acusado, “prevaliéndose de su edad y ascendencia sobre la menor, le sometió a actos de índole sexual con él como besos y tocamientos”.
La declaración del acusado se basó en que la única relación que tenía con la víctima era de afinidad ya que “solo la atendía en el bar cuando venía con las niñitas o con sus amigas, vaya, nada más”. Ante las preguntas de la Fiscalía sobre si había realizado sexting (mandar mensajes eróticos y fotografías de contenido sexual) a través de la aplicación whats app dijo que “es falso”. La declaración del acusado terminó negando que mantuviera algún tipo de relación sexual con la víctima, ni tan siquiera ningún tipo de tocamiento. A la pregunta de la fiscal si él le había dicho a ella que le hiciera una felación, dijo que “jamás”.
Dentro del bar
La víctima, que tiene 16 años, 13 cuando ocurrieron los hechos juzgados, relató que “todo empezó por una apuesta con mis amigas, porque nos parecía muy guapo y entonces me dijeron que a ver si podía conseguir su Instagram o su número de teléfono para hablar con él, porque les dije que yo le conocía que iba a la Iglesia”.
Según la menor, la relación virtual “se inició a través de Instagram porque un día encontré su perfil y empezamos a hablar y después de cierto tiempo me dio su número y empezamos a hablar por whats app”. La Fiscalía preguntó entonces cuándo se había iniciado la relación física que presuntamente habían tenido y la víctima alegó que “empezamos a coquetear en persona y después hubo besos y tocamientos en el baño de la cafetería donde el trabajaba”.
Además, la menor especifica que la relación amorosa se inició ya en el 2018 y que todo giraba en torno al bar donde él era empleado y donde ella pasaba de forma continúa ya que su colegio estaba a pocos metros.
“Cuando había poca gente o ninguna me acercaba al bar y ahí es donde había besos y tocamientos en el baño. Me cogía la mano y me la pasaba por su pecho hasta llegar a sus partes íntimas. Siempre había tocamientos por encima de la ropa y él me tocaba los pechos y también mis partes íntimas”, relató la menor en la Audiencia.
Sobre el presunto sexting que ambos realizaban, la menor explica que borraba las conversaciones porque no quería que se enterara nadie y que tampoco se lo dijo a nadie. La joven insistió en que “me decía que dónde estaba, con quién estaba, qué hacía y cosas así. Me pedía que le mandara fotos desnuda y el también me enviaba a mí”. A preguntas de la fiscal, añade que “fueron muchas fotos, no recuerdo cuantas”.
Sobre si el acusado le había dicho de hacerle una felación, la menor concluyó que “no le hice ninguna felación”. Los hechos fueron visibles en el colegio, dando conocimiento a los padres, y desatando la instrucción judicial.
El acusado se enfrenta a un delito continuado de abusos sexuales por el que la fiscal solicita 4 años de prisión y una indemnización civil de 1.000 euros a la niña, después de la celebración del juicio que fue visto para sentencia.
