S.A.V. aceptó la pena solicitada por la Fiscalía por un delito de maltrato habitual a sus cuatro hijos durante el periodo que duró la convivencia en una casa de O Carballiño, donde también vivía con su mujer. El padre, “con la intención de menoscabar la integridad física y psíquica de los menores”, golpeaba con pellizcos, empujones, cachetes en la cabeza, la cara o la espalda e incluso golpeaba a sus vástagos con un palo en las piernas, en la espalda o en los brazos. Según el escrito de acusación, utilizaba expresiones como “inútiles, mongoles, subnormales, hijos de puta” creando terror en el núcleo familiar. El acusado se conformó con la pena de 1 año y 9 meses de prisión y su mujer renunció a las acciones que pudieran corresponderle.