La Diputación pondrá en marcha en A Veiga un proyecto piloto de prevención de incendios forestales utilizando inteligencia artificial, internet de las cosas y sistemas de redes neuronales artificiales capaces de detectar anomalías de humedad, temperatura o concentración de monóxido de carbono en el monte.

“Se trata de monitorizar a través de telemetría y en tiempo real estas variables utilizando sensores colocados en árboles”, explica el presidente provincial, Manuel Baltar. En materia de prevención, destaca, “la rapidez es un factor clave para reducir los tiempos de respuesta, y con esta tecnología daremos un salto cualitativo espectacular en el ámbito de la detección de fuegos, pues tendremos en el móvil, al instante, información relativa al estado de nuestros montes”.

Por su parte, los creadores del proyecto, Pablo Sánchez González y Miguel Otero Pedrido, afirman que, una vez implantado el sistema se podrá trazar el camino más corto para llegar al lugar del fuego -geolocalizado a través de las coordenadas de los sensores-, y también coordinar a los equipos de extinción, y desarrollar un sistema que alerte de las zonas que por sus características supongan un mayor riesgo.

El objetivo del proyecto es montar una red de dispositivos interconectados que envíen esta información de manera instantánea a la ‘nube’. A través de técnicas de inteligencia artificial se podrán detectar pequeñas perturbaciones que indiquen la presencia de un fuego antes incluso de que pueda ser detectado por otros medios. Los sensores se conectan a un microcontrolador alimentado por energía solar y su señal se envía por radiofrecuencia a través de una conexión 4G.

La recogida y almacenamiento de los datos permitirá realizar, posteriormente, estudios estadísticos, que darán lugar a un mejor conocimiento del medio forestal, y el contraste de este datos con los recogidos por estaciones meteorológicas permitirá extraer conclusiones acerca de las zonas más sensibles de riesgo de incendio.

Estudios estadísticos