Diez trabajadores declararon ayer por los presuntos enchufes en el Concello de O Carballiño, entre los años 1995 y 2005. Los acusados Pachi Cázquez, González Barge, Carlos Montes y Elisa Domínguez escucharon cómo todos los testigos respondían a la pregunta de la Fiscalía que firmaban y renovaban automáticamente. Una respuesta tipo de todos: “Firmé y ya renovaba el contrato automáticamente”. Eso durante algunos periodos, durante otros cubrían bajas o se iban al paro. Todos ellos devinieron en indefinidos en su relación laboral con el Concello. Ninguno aludió a presuntos enchufes, tratos de favor o que conocían a las personas que se encausan. Hoy continuará el juicio con más trabajadores declarando en la sala.