Alivio en un lado de la raia seca, pero preocupación en el otro. Verín respira tras la decisión del subcomité clínico de la desescalada tras pasar 20 días encerrados, no solo perimetralmente, sino con la persiana bajada de la hostelería. La villa verinense pasó de los 61 casos el 4 de noviembre a tan solo 5 en el último informe de Sanidade. Además al inicio de la desescalada decretado en O Carballiño y Verín, se le unen dos concellos del área metropolitana de Ourense, que son Coles y Amoeiro.

A la espera de la publicación de hoy del DOG por parte de la Consellería de Sanidade, las presumibles medidas que se liberarán serán las mismas que en O Carballiño. Así pues la hostelería podrá reabrir con un aforo en terraza del 75% y en interior del 50%, las reuniones entre convivientes se limitarán a un máximo de cinco personas y los aforos de comercios, lugares de culto y restaurantes serán del 50%. Además los eventos deportivos al aire libre serán de 150 personas, y en espacios cubiertos de 60 o el 50% de la capacidad total. Así pues se mantiene la prohibición de consumir en la barra de los bares. Las medidas suavizadas empezarán a entrar en vigor en la madrugada del jueves.

La preocupación al otro de la “raia seca” crece con los peores datos de Portugal y un incremento de casos que obliga a tomar medidas drásticas al ejecutivo luso. En concreto, en los municipios limítrofes con Verín se mantienen 73 casos positivos en Montalegre y 434 en el de Chaves.

En la provincia

La “bomba vírica” que estalló dos meses en la ciudad y se ramificó por toda la provincia se debilita, pero se resiste a abandonar la geografía ourensana con Xinzo y A Rúa como principales focos, así como en Baltar, donde solamente el alcalde, el secretario y un edil haciendo las gestiones del Consistorio después de detectar varios casos.

Los datos del Sergas revelan que tras dos meses y medios de restricciones están son eficaces, ya que la provincia mantiene su tendencia a la baja hasta llegar a los 627 casos activos y una reducción de más del 65% desde que se alcanzó el pico. A pesar de la bajada también en la capital que pasó de los más de 377 a o casos activos a los 197 de hoy, con una incidencia cada vez más baja que en la ciudad se sitúa en los 178 casos por cada 100.000 habitante, la segunda más baja por delante de Santiago de Compostela con 158 positivos.

Ayer el número de contagiados detectados se reducían a 22, pero también el número de PCR realizadas según los datos facilitados del Servicio Gallego de Salud, que pone en marcha los test de antígenos en la Atención Primaria y hace descender el número de pruebas PCR diarias en las estadísticas. Unos test de antígenos más baratos y rápidos que dan eficiencia a un servicio de Atención Primaria ya saturado.

Ayer moría un hombre de 73 años de edad en el hospital ourensano y en todo el mes de noviembre, en los 23 días que se lleva de cómputo en la pandemia, en todos ha habido muertos en la provincia. Con una segunda ola devastadora que se llevó por delante a un total de 156 personas, que elevan el cómputo global tras los fallecimientos en primavera a 289 decesos desde el 8 de marzo.

El escenarios en la residencia mejora, pero los rebrotes persisten por el seguimiento de la actividad laboral y de ocio. Ayer, la Consellería de Política Social retiraba del cómputo de casos positivos a 10 usuarios de la residencia Nuestra Señora dos Anxos en Ribadavia que se mantiene con tres residentes pasando el virus y a un trabajador en proceso de curación.

Además el gran foco que se originó en Os Miragres, en Barbadás, sigue con 20 trabajadores siendo positivos y dos residentes que están sufriendo la enfermedad. La preocupación se centra en el brote de la residencia y de apartamentos tutelados de Beariz, gestionado por la Fundación San Rosendo, donde actualmente hay 20 residentes positivos y un total de siete trabajadores contagiados. Desde el patronato están a la espera de conocer más resultados que se realizaron el lunes para determinar el grado de incidencia que ha tenido el virus en el interior de las instalaciones y tomar más medidas en función del número total de casos positivos.

José A. Feijóo, alcalde de Baltar: “En el Concello estamos bajo mínimos por un positivo y el resto en cuarentena”

El coronavirus llega al mundo rural ourensano y no se libra de una pandemia que en la primera ola le daba un receso. José Antonio Feijóo es el alcalde de Baltar y advierte que “estamos bajo mínimos en el Concello, porque una funcionaria dio positivo y los otros administrativos están en cuarentena por lo que la gestión del Concello solo estamos un edil, el secretario y yo”. En el municipio hay en la actualidad un total de 13 casos según el Servicio Gallego de Salud y el regidor señala que “esperemos que quede en ese número, pero hay mucha gente en cuarentena así que lo más lógico es que haya algún positivo más, pero confiemos que quede ahí”. Las autoridades sanitarias hacen un cribado tras una serie de rebrotes que están localizados y el alcalde afirma que “están perfectamente identificados en varios pueblos y a ver si se queda ahí. Desde el gobierno municipal hemos llevado a cabo tareas de desinfección y también campañas de prevención para evitar esta situación, pero el virus aparece donde menos te lo esperas”. Empresarios y vecinos del municipio participan en un cribado para detectar asintomáticos y evitar una propagación mayor. También se hicieron pruebas a los trabajadores de los servicios municipales para evitar que en la ejecución de sus actividades pudieran contagiar a alguien”. El regidor de Baltar advierte que “tenemos que seguir con las medidas y pedir más responsabilidad individual a todos para evitar estas situaciones” , también advierte de no celebrar reuniones entre no convivientes ya que son el principal foco de rebrotes.

Apuesta por más consultas “virtuales”

El conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, anunció que en diciembre pondrá en marcha una nueva aplicación móvil del Servicio Gallego de Salud para videoconsultas con pacientes, que también permitirá gestionar citas e integrará la tarjeta sanitaria. Además, durante esta legislatura la Consellería de Sanidade ampliará la transformación de la atención primaria con un nuevo sistema organizativo que dará más autonomía a los centros para desarrollar planes de salud, siguiendo el sistema implantado en los centros educativos. El titular de sanidade advertía que “las tecnologías de la información y la comunicación se orientarán a impulsar y regular los servicios no presenciales como la telemedicina o consultas virtuales”.