Una mujer de 46 años entra en el hospital de Verín y está a punto de dar a luz. El bebé viene en mala posición y, finalmente, madre e hija descansan sin sobresaltos. Es el último nacimiento del paritorio de Verín que contabiliza 102 alumbramientos desde el inicio de la pandemia y 109 desde los meses de encierro. El 23 de noviembre de 2019, el gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco, Félix Rubial, acompañado de José Luis Doval, jefe de Ginecología del CHUO, y de Fernández Cebrián, jefe de Pediatría del CHUO, transmitían la decisión de suprimir el servicio del paritorio por “un acto de responsabilidad, basado en el deber de velar por la seguridad y garantía asistencial de las futuras madres y sus hijos”, ya que en 2018 el comarcal de Verín atendió 89 partos y en 2019, solamente 69.

Profesional sanitarios advierten que esas cifras son “irreales, porque en la comarca se esperaban más de 100 partos, pero casualmente esos dos años se derivaron para que no nacieran en Verín de ahí esas cifras tan bajas”. Tras esos datos, la gerencia del área decidió cerrar la unidad y trasladar a las madres y los profesionales la noticia en una reunión tensa en la que Félix Rubial y su equipo tuvieron que salir sin poder explicar por qué cerraban el paritorio. Aurora Sola, representante de la plataforma “Verín non se pecha” explica que “nadie entendía por qué lo hacían, decían que era por el bien de las madres gestantes, pero era incomprensible. Quieren que se fije población en el rural y eso era un desmantelamiento del servicio en toda regla y sin saber de lo que pasaría si se llegan que tener que desplazar todas las madres a Ourense para dar a luz”.

Los vecinos se organizaron para dormir, comer y esperar sentados hasta que el paritorio se abriera. Miguel Abad, gerente del hospital verinense, dimitió por “la situación insostenible” del comarcal y llegó Guillermina Agulla después de casi mes y medio de encierro por parte de los vecinos. Rogelio Viñán, uno de los ginecólogos de Verín, advierte que “antes de bajar a la reunión con Félix Rubial le dije a las matronas que disfrutaran de lo que iban a vivir, porque sabía que todo el pueblo y la comarca defenderían el trabajo que habían hecho y eso no hay nadie que pueda decírselo a los trabajadores de Ourense, es algo que ellos nunca van a ver. Ver a todo el pueblo volcado con nuestro trabajo fue impresionante, fue emocionante”.

Desde la gerencia arguyeron “falta de pericia” y los facultativos y sanitarios entienden que “eso es una difamación hacia nuestro trabajo, nos están diciendo que hacemos mal nuestro trabajo y eso no lo podemos tolerar. A día de hoy nadie nos pidió perdón, y ahí están las cifras para hablar por sí solas, ninguna complicación en los partos que llevamos y acabaremos el año con 120 partos en total”. Javier Castrillo, jefe de ginecología de Verín, recuerda que “fue una situación surrealista, pero a la par vivida con una gran emoción, por ver una manifestación tan grande por las calles de Verín y por la defensa a ultranza de toda la población hacia nuestro trabajo”. Castrillo añade que “nosotros no podemos decidir sobre la gestión eficiente de un servicio, sobre eso tiene que decidir la gerencia, sobre cosas de gestión, pero no pueden cerrar un paritorio para decirnos que somos malos en nuestro trabajo, que tenemos falta de pericia. Eso no, porque la calidad asistencial se mantiene y eso es así, ahora si lo quieren cerrar porque no es eficiente en temas económicos eso ya es otra cosa, pero que lo digan”. Viñán recuerda las manifestaciones y la unidad del pueblo verinense como “increíble, es que creo que no hubo una reivindicación igual en todo el país por la sanidad pública”.

“Tenía mucho miedo”

Mari Carmen Jorge, de 23 años, fue madre el 14 de marzo mientras se declaraba el estado de alarma en España. “Ingresé el jueves en el hospital de Verín y di a luz el sábado, pero la verdad que en las semanas previas y con toda la situación que se estaba viviendo tenía miedo que no se reabriera el paritorio de Verín en febrero y tuviera que trasladarme a Ourense, tenía mucho miedo de parir de camino a Ourense”. Martina es una niña sana, que nació bajo la dirección del personal comarcal de Verín y su madre es clara al afirmar que “si quiero tener otro hijo, me encantaría que volviera a nacer en el hospital de Verín”. Las matronas ya tenían mascarilla y equipos de protección individual puestos, Verín ya estaba en pandemia. “Me acuerdo que era todo muy extraño, era todo diferente. Tuve que entrar sola y la familia no pudo entrar por el covid, así que tuvimos que hacer videollamadas para decir que las dos estábamos bien. Pero sí que es cierto que todo era diferente, las enfermeras se desinfectaban todo el rato, cada poco nos estaban mirando la fiebre y eran atentas con todo”.

El 1 de diciembre de 2019 se cerraría el paritorio, pero la lucha de los vecinos se organizó para instalar un campamento base con el fin de reivindicar un servicio esencial para los más de 2.000 niños de la comarca que también se quedaban sin pediatra. Tras 65 días de encierro, a la Xunta no le quedó más remedio que abrir. Ahora hay pediatra y también paritorio. Las matronas instalan un programa telemático para hacer un seguimiento online y un año después la comarca revive el espíritu del Verín non se pecha para reivindicar los servicios en el rural para fijar población y para dar atenciones básicas y esenciales al Ourense vaciado. El espíritu de la “familia peche” y la defensa de la sanidad pública definen la lucha de una comarca que tiene en la reapertura del paritorio su hito histórico.

Del “Verín non se pecha” al “Castrillo non se toca”

La plataforma “Verín Non se Pecha” pide, una vez más, el cese del gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco, Félix Rubial, tras la apertura del expediente disciplinario a Javier Castrillo, jefe de ginecología del hospital de Verín. Desde la plataforma entienden que “es una venganza del gerente por su defensa del paritorio” y explican que “si no lo defendió como gerente del área sanitaria que es, es porque o bien él o por orden de él se incoó ese expediente disciplinario”. Desde la plataforma lanzan un nuevo lema en redes “Castrillo no se toca” y estudian emprender actuaciones para la defensa del jefe de ginecología del hospital comarcal verinense y en los próximos días marcarán la agenda a programar.