O Carballiño levanta hoy la persiana de su hostelería. Ya se permiten reuniones de no convivientes y se desactiva el confinamiento perimetral. Este municipio fue el primero en aplicar las restricciones más severas aprobadas por la Xunta en esta segunda fase y la experiencia marcó el camino del ahora conocido como “modelo Carballiño”, en vigor en las siete grandes ciudades de Galicia, y otros 62 ayuntamientos, tras incorporarse ayer Vilaba y Laracha. Además, sigue bajo la lupa A Rúa, con 29 positivos ayer.

El primer concello cerrado a cal y canto incluso a nivel estatal estrena ahora la nueva desescalada en Galicia. Tras reunirse ayer el subcomité clínico que hace seguimiento epidemiológico en la comunidad autónomoa, Sanidade anunció el pase de O Carballiño a nivel 2, vigente ya desde la pasada medianoche.

Verín, en cambio, se queda como estaba a pesar de contabilizar este viernes solo 9 casos activos de Covid-19 (registró su pico máximo el 27de octubre, con 92 infecciones). La ausencia de novedades respecto a la relajación de las restricciones generó indignación en la villa del Támega, que reactivó el lema “Verín non se Pecha” de la exitosa lucha social contra el cierre del paritorio hace ya un año para reclamar ahora el levantamiento de las medidas. A las 19.30 horas, el comerció adelantó el cierre para reclamar con cacerolas y una sonora pitada la reapertura. Los empresarios desde las puertas de sus negocios y los vecinos desde la calle o los balcones hicieron resonar su disconformidad. “Viendo los datos, con 9 casos activos y una incidencia casi de nivel cero, no lo entendemos y nadie nos lo explica”, señala el presidente de la Asociación de Empresarios de Verín, AEVER, José Ángel Rodicio. “Lo aceptaríamos si estuviésemos mal, pero no es así. Aquí se ha hecho un esfuerzo muy grande, desde el principio cumplimos con todas las medidas, los hosteleros cerraron 15 días de manera voluntaria, pero no tiene sentido seguir así porque además somos una cabecera de comarca que da servicio a los municipios del entorno y esto perjudica también a nuestros vecinos que se ven privados de esos servicios”, apunta.

Protesta en Verín para reclamar el levantamiento de restricciones. FdV

O Carballiño vivió su pico máximo de contagios (188) el 20 de octubre y dos días después entró en vigor el cierre perimetral que incluyó el cerrojazo a la hostelería. Casi un mes después, y con 23 infecciones activas ayer, Sanidade aprobó abrir un poco la mano y suavizar estas limitaciones. El concello pasa al nivel 2, por lo que ya se permiten las reuniones de no convivientes hasta un máximo de seis personas, los bares pueden abrir con un aforo del 50% en el interior y del 75% en terraza pero sin poder servir en barra, y en los gimnasios ya se permite práctica de deporte no federado en grupos de hasta seis personas.-

“Ya era desesperante porque las obligaciones seguían siendo las mismas”

Chirenia - Bar Alameda

“Empezábamos a estar desesperados”, suspiraba ayer Chirenia, del bar Alameda. Este establecimiento se mantuvo abierto durante todo este tiempo con el servicio de recogida en local, pero con muy baja actividad. “Ya era desesperante porque las obligaciones seguían siendo las mismas”, por lo que el esperado anuncio de la reapertura llega como agua de mayo.

La propietaria del bar A Solaina, Diana Rodríguez, no veía llegar la hora de levantar de nuevo la persiana. Ellos ya cerraron cuando se prohibieron las reuniones entre personas no convivientes porque no compensaba mantener la actividad. “Desde el 10 de octubre estamos esperando esta noticia”, afirmaba ayer. Aunque la reapertura es con limitaciones importantes de aforo, el hecho de que puedan reunirse no convivientes es un gran avance. “Tengo todo limpio y preparado para abrir y sacar a la gente del ERTE. Y además abrimos con la Liga”, dice. “La gente quiere ver el fútbol, quiere bar”, eso sí, matiza, con mucho cuidado en las medidas de seguridad e higiene. “Tengo muchas ganas de trabajar, pero también mucho miedo. Somos conscientes de que los hosteleros no somos los culpables, pero espero que no volvamos atrás, porque el sector puede soportar dos veces, pero la tercera no sé yo”, reflexiona.

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Los casos activos bajan a 720

Tras una jornada sin cambios en el número de casos activos en el área sanitaria de Ourense, la curva volvió a coger velocidad de bajada este viernes. La provincia sumó 72 altas y 45 nuevos casos confirmados por PCR por lo que la cifra cae a 720 infecciones. Tras alcanzar el pico máximo el 17 de octubre con 1.610 casos, la situación actual es similar a la que había a finales de septiembre. La hospitalización mantiene su oscilación con pequeñas subidas o bajadas diarias. Según la última actualización del Sergas, 87 pacientes con Covid-19 están ingresados en alguno de los centros sanitarios del área sanitaria: 66 en el CHUO, ocho en Valdeorras y tres en Verín. En la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, de Ourense había ayer diez pacientes, uno menos que la jornada anterior. La situación en críticos se ha suavizado en los últimos días, pero la hospitalización sigue siendo alta en la provincia. Esta área sanitaria es la gallega que registra el mayor porcentaje de ingresos respecto al total de casos activos y este índice aumenta al mismo tiempo que bajan los casos activos. Este viernes, el 12,08% de los pacientes Covid estaban ingresados en algún hospital, frente a la media del 6,26% que registra Galicia.