El comité clínico que analiza la evolución de la pandemia en Galicia se reúne hoy en la Consellería de Sanidade para evaluar la situación epidemiológica que, en el caso de Ourense, presenta una evolución favorable tras varias semanas de restricciones. El posible levantamiento de algunas de estas medidas se conocerá hoy pero no se prevén grandes variaciones debido a que se siguen notificando contagios diarios (90 nuevos ayer en la provincia) y la presión asistencial, sobre todo en la Unidad de Cuidados Intensivos es elevada.
El área sanitaria destaca que el efecto de las restricciones aplicadas “precozmente” ya se nota en los datos epidemiológios por lo que esta semana que arranca es “crítica” para consolidar la buena evolución. En las últimas semanas, Ourense pasó de tener la incidencia más alta de Galicia, llegando a concentrar el 34,8% de los casos activos de la comunidad, a disminuir en un 20% el número de infecciones con respecto al pico más alto, que se registró el pasado 17 de octubre, fecha en la que se alcanzaron los 1.610 casos activos.
Pero no todo son datos positivos, y menos en una jornada negra en la que se contabilizaron 21 muertes por coronavirus en Galicia, tres de ellas en Ourense y las tres de residentes en centros de mayores. En el CHUO murió una paciente de 85 años que procedía de Nosa Señora dos Miragres, de Barbadás, y en el hospital de Verín, un hombre de 77 que vivía en Val de Monterrei. Además, en el asilo Nosa Señora dos Anxos, de Ribadavia, falleció una mujer de 85 años. El balance de víctimas de la pandemia en Ourense alcanza ya las 243 muertes.
Con todo, la evolución de los casos activos es positiva en todas las comarcas en las que aplicaron limitaciones, para controlar la expansión del virus, incluidas las de O Carballiño y Verín, en las que la efectividad de las medidas de prevención tardaron más en hacerse evidentes. Asimismo, desde el área sanitaria destacan que el ligero repunte de las cifras, “vinculado a una posible relajación de las medidas de control coincidiendo con el puente del Pilar”, también parece haberse superado.
En O Carballiño, donde solo está permitida la actividad esencial, el pico máximo se alcanzó el 20 de octubre, con 188 casos, y ayer se contabilizaban 117. Verín, que llegó a las 92 infecciones activas el 27 de octubre, acumula cinco días consecutivos de bajada, y ayer eran 74. En O Barco, el pico máximo se alcanzó el día 8, con 87 positivos, y este lunes eran 33.
No obstante, la preocupación se mantiene, especialmente por la actual carga hospitalaria. El Sergas notificó ayer 1.299 casos activos, con 96 pacientes ingresados. De estos, 16 se encuentran en críticos (15 en el CHUO y uno en Cosaga), lo que alivia ligeramente la presión “tras días de gran preocupación por la alta ocupación”, señala el área sanitaria. El 21 de octubre se llegó al pico de 125 ingresos y este sábado había 20 pacientes críticos, cinco más que en la jornada de ayer. Esta situación llevó a habilitar provisionalmente una área en el bloque quirúrgico, con capacidad para nueve camas más, en previsión de nuevos ingresos, que de momento no han sido necesarias. También se han realizado otros movimientos internos, para aumentar la capacidad de hospitalización y disponibilidad de profesionales para garantizar la asistencia.
Además, el CHUO dispone de 56 camas para pacientes críticos, 22 en UCI y 14 en Reanimación, donde en la actualidad están ingresados los pacientes Covid positivos, además de otras 20, en la Unidad de Cuidados Postquirúrgicos (URPA), que ya se utilizó en la primera ola.
La ocupación de la UCI continúa siendo elevada, destacan desde el área sanitaria, pese a esta mejora. Está al 80% y el 30% de los pacientes son Covid, enfermos que afrontan prolongados períodos de ingreso, por lo que la preocupación se mantiene.
