Los ediles no adscritos del Concello de Ourense Miguel Caride, María Dibuja y Teresa Rodríguez formalizaron ayer en el juzgado de Primera Instancia 1 de Ourense la demanda civil presentada contra Democracia Ourensana por su expulsión del grupo que lidera el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome. El procedimiento se inició la pasada semana y este lunes los concejales entregaron en sede judicial el poder y la documentación solicitada.
Además, los no adscritos han pedido la suspensión cautelar de los acuerdos adoptados por la asamblea que ratificó dicho cese. De aceptar el juez estas medidas, los ediles volverían a formar parte del grupo político, tanto en el Concello como en la Diputación, hasta que se resuelva la demanda de nulidad.
“Es una batalla que queremos librar por dignidad”, señala Miguel Caride, abogado de profesión, que calcula que el procedimiento podría demorarse entre un mes y un mes y medio. Sostiene que la asamblea celebrada a finales de octubre en la que supuestamente se acordó la declaración de tránsfugas y expulsión de los ediles los críticos “es ficticia, un paripé”, y decisión unilateral del líder de DO y alcalde, Gonzalo Pérez Jácome.
Lo más inmediato en este procedimiento es resolver la diligencia cautelar con carácter previo, para lo que se convocará a las partes a una vista en la que se decidirá sobre este particular. En el caso de que el juez considere procedente la suspensión de los acuerdos, explica Caride, quedaría sin efecto el cese y pase al grupo de no adscritos. “Seguiríamos siendo integrantes del grupo de DO y dejaríamos de ser, utilizando la desafortunada expresión del alcalde, ‘zoombies políticos’, que ya no los somos ahora, pero pasaríamos a ser unos actores bastante más molestos de lo que al alcalde le gustaría”, señala Caride.
Arremete contra Jácome, al que acusa de llevar el partido y el ayuntamiento “con sentido patrimonialista, como si fuesen su posesión, sin pensar que es un servidor público que viene a resolver los problemas de la gente”. Los que tienen la llave para resolver esto, que son PSOE y PP, incide Caride, “tienen que darse cuenta de que no pueden seguir permitiendo esta situación, por el bien de la ciudadanía”.
En esta línea, el edil no adscrito insiste en que el voto de los críticos no ha servido para mover a Jácome de la Alcaldía y ahí, apunta, “es donde falla la declaración de transfuguismo, porque nosotros no hemos cambiado nada. Ojalá pudiéramos cambiar el Concello”. Lo que han hecho, insiste, “es poner en conocimiento de la justicia asuntos que creíamos que podían ser constitutivos de delito”.
Apela al entendimiento entre PP y PSOE para reconducir la gestión municipal y les pide que “por una vez se olviden de partidismos y se centren en hacer un esfuerzo y buscar una fórmula para que la ciudad funcione, y eso es responsabilidad de todos, pero sobre todo de quienes tiene la llave”. Rechaza el “enrocamiento” y apuesta por un modelo en el que ambos partidos participen del gobierno “porque los dos están legitimados”, añade.
“Estoy tremendamente decepcionado por la incapacidad de los que tienen esa llave para reaccionar ante lo que está ocurriendo. Nosotros estábamos en el gobierno, no teníamos por qué hacerlo pero dimos el paso, nos quemamos, nos tiramos por un precipicio, y si los que tienen la oportunidad de reconducir esto no lo hacen, es decepcionante, porque el alcalde sigue ahí, riéndose de todo el mundo”, concluye.
Por otr lado, el portavoz socialista en Rafael Villarino ha recurrido a la vía Contencioso-administrativa para solicitar la impugnación del acuerdo plenario por el que la Diputación le denegó la petición de incompatibilidad.
