A.A. fue condenado por un delito de estafa e intrusismo profesional por el Juzgado Penal Nº2 de Ourense por hacerse pasar por dentista cuando carecía de licencia y ya había sido condenado por la justicia de León por el mismo motivo entre 2015 y 2018.

En concreto, el Ministerio Fiscal rebajó la solicitud de pena y el acusado se conformó con dicha condena que se establece en 21 meses de prisión por el delito de estafa, condicionado a que no cometa ningún delito durante los tres próximos años desde la fecha de la notificación de la sentencia, y 18 meses de multa a razón de 3 euros días, con cuotas de 90 euros. Además deberá abonar como responsabilidad civil a tres proveedores, 2.200 euros, 190 euros a otro y 1.860 a otro por los diferentes materiales encargados y no pagados.

Los hechos se remontan durante los años 2015 y 2016 cuando el ahora condenado realizó actuaciones como odontólogo y protésico dental. En concreto, el condenado limó dientes, puso empates, quitó piezas y puso aparatos dentales a tres clientes en sus respectivas casas.

El escrito de acusación advierte que A.A. “cobraba a los citados clietnes, haciéndoles creer que estaba capacitado para llevar a cabo los correspondientes trabajadores profesionales”. Además adquirió material protésico de tres proveedores a los que no pagó en ningún momento, y ahora debe abonar las cuantías correspondientes en concepto de indemnización.