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Proteger el monte calcinado: paja desde helicópteros contra la erosión

La Xunta aplicará la técnica del ‘helimulching’ en 260 hectáreas en Verín, Lobios, Manzaneda, Cualedro, Vilariño y Vilar de Barrio

Un paraje arrasado por el fuego en Monterrei, este pasado verano. | // BRAIS LORENZO

El monte no ha cicatrizado tras la oleada de incendios forestales que arrasó cerca de 13.000 hectáreas en lo que va de año en Ourense. Las llamas calcinaron en este territorio del interior el 23% de la superficie afectada en España, la gran mayoría de las 14.600 hectáreas que resultaron afectadas en toda Galicia. La provincia, que registró 8 de los 17 grandes incendios forestales del país –cuando frente supera las 500 hectáreas es considerado de categoría GIF–, será la principal zona de actuación de la Xunta para intentar evitar daños con consecuencias para mucho tiempo si se agudiza la erosión, que en muchos territorios, como el parque natural transfronterizo del Xurés, ya es evidente después de lustros ardiendo sobre quemado. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil acometerá trabajos de recuperación, durante dos meses, en un área de la zona afectada de Lobios por el incendio que arrasó 2.000 hectáreas en septiembre. La Xunta anunció ayer que actuará en 260 hectáreas en un total de seis municipios castigados por el fuego este y otros años: Manzaneda, Lobios, Vilariño de Conso, Vilar de Barrio, Cualedro y Verín.

La administración autonómica aplicará una técnica que se ejecuta desde hace una década: el ‘helimulching’. Consiste en arrojar paja de cereal desde un helicóptero para crear una capa protectora en el monte calcinado. El objetivo es retener el suelo y frenar la erosión con las lluvias, un riesgo probable en zonas de orografía acusada y laderas abruptas.

Conservar drenajes y cauces

El director xeral, Tomás Fernández-Couto, aseguró ayer que estos trabajos, en coordinación con técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán, comenzarán “en las próximas semanas”. La finalidad es una estabilización de emergencia de las zonas quemadas para frenar la posible degradación del suelo, reducir la erosión así como la escorrentía (el agua de lluvia que discurre por un terreno). Con la técnica se pretende, además, conservar las redes viarias y de drenaje, así como los cauces de los ríos y los afloramiento naturales de agua, para favorecer la regeneración natural de la vegetación.

La Xunta considera más urgente actuar en primer lugar en las zonas donde los incendios superaron las 500 hectáreas. El ‘helimulching’ se utilizará en las zonas con mayor pendiente, más inaccesibles, mientras que se recurrirá al ‘mulching’ manual para recuperar la cubierta vegetal. Con este método se crea una capa protectora del suelo mediante paja de cereales (habitualmente, de trigo, cebada o centeno). Galicia fue pionera en 2010 en este tipo de actuaciones. Entonces fue la única región de Europa que aplicó esta técnica tras los incendios.

La oposición pide urgencia

Con críticas a la política forestal del gobierno del PP en la Xunta, tanto el PSdeG como el BNG demandaron ayer medidas “urgentes” para restaurar los parajes calcinados en el parque del Xurés, el gran epicentro de la ola incendiaria de este verano en Galicia, con el mayor fuego del año –2.000 hectáreas calcinadas en Lobios– y la mayor tragedia: dos pilotos del operativo de Portugal fallecidos tras estrellarse el hidroavión con el que ayudaban a extinguir un fuego transfronterizo, en agosto.

La ourensana Carmen Dacosta, parlamentaria socialista, urgió ayer a la Xunta que agilice los trabajos “antes de que lleguen los temporales que acentúen los arrastres”. La prioridad es evitar “un desastre ambiental”, expresó la diputada. El BNG demanda medidas para la protección del parque natural, una reserva de la biosfera de casi 30.000 hectáreas castigada por fuegos recurrentes.

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