Seis meses de prisión y 300 euros de multa por un delito de atentado y dos delitos leves de lesiones, con dos policías locales como víctimas. El condenado es un hombre de 43 años que fue interceptado en la subida a Castro de Beiro , tras circular a caballo por la N-120, después de molestar a la clientela de un bar. Tras informarle los municipales de que le harían la prueba de alcoholemia y lo denunciarían por “conducción inadecuada de equino”, el varón los agredió. Ocurrió la noche del 5 de junio de 2019. A un agente le dio un puñetazo en la boca. El otro bloqueó el golpe con un reloj, que se rompió. Los policías tuvieron que reducirlo. Durante la detención siguió lanzando patadas y puñetazos.
