Ourense se mantiene confinada, apagada y contagiada. Al menos esa es la fotografía de una ciudad y una provincia que ven como el virus propaga la crisis sanitaria e incide negativamente en el ámbito social y económico, con menos vida social por las calles de las villas así como las del centro de la ciudad. Los 18 días transcurridos del mes de octubre han sido críticos para la provincia de Ourense y las autoridades sanitarias ponen el foco en los quince siguientes, con unas estadísticas de mortalidad que asustan. Ourense es el área sanitaria en la que más muertes por o con coronavirus se han registrado en lo que va de mes de octubre. Singularmente también es la provincia donde más muertes se han contabilizado. Una cifra de fallecimientos que aumentan a 40 tras las últimas semanas donde se han desencadenado los decesos en dos residencias de geriátricos una en Monterrey y otra en Pereiro de Aguiar, donde han finado seis y doce, respectivamente. Precisamente ayer, el Covid mataba a tres mujeres de 77, 86 y 86 años, residentes de la Residencia Os Gozos que sumadas al total registran 193 fallecimientos.

De los fallecimientos contabilizados en toda Galicia, Ourense copa la primera posición lejos del resto de las áreas sanitarias y también de las distintas provincias. Los fallecimientos ourensanos suponen el 55% de las víctimas mortales de toda la comunidad. Una cifra que estremece a las personas más mayores en una región envejecida por naturaleza y que indica que el virus se ensaña con Ourense. En la provincia de A Coruña se registraron 21 fallecimientos en tres áreas sanitarias, siendo la de la comarca coruñesa la que más contabiliza con 12 seguida de Santiago con 7 y Ferrol con 2. La provincia pontevedresa suma nueve fallecimientos desde el inicio de octubre con nueve muertes, divididas en cuatro por el área sanitaria de Vigo y cinco por la de Pontevedra y Salnés. La provincia de Lugo solamente registra 3.

Ourense, que representa el 11% de la población gallega, mantiene un porcentaje fuera de lo normal, en relación con el resto de la comunidad y de las provincias. De las 72 víctimas mortales en la comunidad, 40 fueron en Ourense. Mientras la curva de la mortalidad aumenta en esta segunda ola, la de nuevos casos detectados parece que se aplana en una meseta que alterna ligeros descenso con incrementos. La jornada de ayer fue una de esas de descenso después de registrar 96 durante el sábado, ayer se contabilizaban 78 casos detectados. Muestra de que el confinamiento perimetral está siendo efectivo en la ciudad que provoca un descenso de nuevos contagios, pero también de la cifra de casos activos en la ciudad donde, actualmente, hay 465. Un número que por primera vez desde el pico de la segunda ola baja del medio millar con una tendencia a la baja, pero que mantendrá las restricciones de confinamiento y de reuniones de no convivientes al menos una semana más, hasta que el próximo viernes se reúna el subcomité clínico del gobierno gallego.

Las cifras de la pandemia en la provincia quedan con 1.577 casos activos, tras 110 altas por curación, y con 5.318 casos detectados desde el inicio del Covid en marzo.

La hospitalización en el área sanitaria provincial aumenta en el hospital ourensano donde 10 personas entraron en planta por su empeoramiento de estado de salud y ya hay 86 personas ingresadas, mientras que otra persona en estado crítico entró en la UCI que ya tiene doce casos.

En las residencias ourensanas, el virus está presente en 24 de ellas de forma desigual. En la mayoría solamente se registran casos aislados de trabajadores y se mantiene la atención en la Residencia de Os Gozos con 205 casos, en Val de Monterrei con 65 casos y en Nuestra Señora de Lobeira con 39.

"15 días críticos" para terminar octubre que puede hacer que el virus se cebe más con una provincia que cuenta muertos por días.