"Galicia entra en 15 días críticos para el control de la segunda ola". Son palabras de las autoridades sanitarias, pero lo cierto es que Ourense lleva 15 días envuelto en un funeral diario. Desde que se aplicó la prohibición de reuniones de no convivientes en Ourense, Verín y O Barco a principios de octubre, la provincia cuenta muertos por jornadas. En concreto, las estadísticas determinan que desde el primer día de octubre se contabilizaron 37 muertes por coronavirus, de las cuáles 16 son de residentes de geriátricos ourensanos donde el virus regresa con más incidencia.

Si en la primera ola, el Sergas no especifica la procedencia de los muertos de residencias en el hospital, ahora sí que lo hace y solo en la última semana se registraron 15 de las 16 muertes de residentes. Un periodo negro en esta segunda ola que tiene a dos residencias de la provincia en el punto de mira.

El mayor brote de Galicia desde que se inició la pandemia en residencias, en Os Gozos, contabiliza nueve fallecimientos de octogenarios y nonagenarios. En la actualidad dicho geriátrico se mantiene con 160 usuarios y con 46 trabajadores positivos. La otra residencia con más afectación es la de Val de Monterrei donde ya finaron seis residentes en la última semana y que todavía tiene a 49 usuarios y 16 positivos.

Quince días críticos en la provincia y las autoridades sanitarias califican que quedan otros tantos que pueden ser críticos para el control de una segunda ola que mantiene a Ourense en un velatorio permanente.

Ligero repunte

El confinamiento provocó que la provincia de Ourense pasara de detectar 230 casos diarios a 63 en una semana. Pero lo cierto es que en los últimos días esos nuevos contagios diarios se están incrementado de forma moderada. De los 63 que se registraban el jueves, pasó a los 81 de ateayer y los 96 de ayer. Un ligero incremento que hace también aumentar los casos activos en nueve contagios y que establece un nuevo récord de contagios activos por coronavirus en 1610, a pesar de las altas por curación que ayer se registraron 81.

Los casos activos en la capital se reducen drásticamente después de la aplicación del confinamiento perimetral con Barbadás y se establecen en 508, tras contabilizar la semana pasada un pico de 572. Las restricciones en la capital así como en las diferentes comarcas de la provincia se mantienen debido a la propagación del virus que si bien es cierto que en la ciudad tiene una tendencia a la baja, en las diferentes villas de la ciudad la curva evoluciona de forma creciente, como son los ejemplos de Verín y O Carballiño. Precisamente, en este último municipio es donde las autoridades sanitarias y los poderes públicos tienen especial preocupación por el incremento de casos en proporción con la población y donde se cumple el primer fin de semana de confinamiento perimetral junto a O Irixo y Boborás.