La pandemia ha dado un respiro a la ciudad de Ourense pasada la primera semana de confinamiento. El balance diario recogió ayer una bajada en la cifra de casos activos por coronavirus: 562 positivos, diez menos que la jornada anterior, pero todavía 26 por encima de los que había el pasado jueves, cuando el comité clínico que hace seguimiento de la evolución de la pandemia en Galicia revelaba la existencia de una "bomba vírica" en Ourense y Barbadás y ordenaba el cierre perimetral de ambos municipios.

La tendencia se ha revertido en la capital, al menos en las últimas 24 horas, y habrá que ver como se comporta la curva en los próximos días para analizar el impacto de las medidas de restricción. La directora xeral de Sáude, Carmen Durán, ha trasladado "bastante optimismo" respecto a Ourense porque las medidas parece que empiezan a "dar frutos", pero matizó que una tasa alta de PCR positivas aconseja mantener las restricciones.

Esta leve mejoría no se traslada al conjunto del área sanitaria de Ourense, que integra a toda la provincia, donde la curva sigue disparada y ayer se superaron los 1.600 casos activos. Esta elevada incidencia ha aumentado también la mortalidad. Tras un miércoles negro en el que se registraron nueve fallecimientos por coronavirus, siete de ellos de las residencias Val de Monterrei y Os Gozos, Sanidade notificó ayer dos muertes más, vinculadas también a estos centros que registran importantes focos de contagio. En el CHUO falleció una paciente de 94 años procedente de la residencia de Os Gozos, y en Monterrei, un usuario de 88 años murió en el propio centro.

Carmen Durán explicó ayer que el aumento de los casos, con especial incidencia en O Carballiño, Verín y también Celanova que partía de 0 casos, ha llevado a Sanidade a adoptar "medidas precoces" ya que en Ourense preocupa especialmente la vulnerabilidad de la población por su edad.

Siete concellos están en nivel rojo de alerta por el incremento de los casos en los últimos días: Ourense, Barbadás, Pereiro de Aguiar, O Carballiño, O Barco, Verín y Monterrei. Además, Lobeira ha pasado a nivel naranja por registrar entre 14 y 21 casos nuevos en la última semana y Taboadela, que estaba en amarillo, ha bajado a verde tras reducir los contagios en los últimos días y contabilizar menos de siete.

En el conjunto de la provincia había ayer 1.605 casos activos de Covid-19, cifra a la que se llega tras confirmarse 86 positivos por PCR y 41 altas en las últimas 24 horas. La hospitalización se mantiene en cifras altas, con 76 ingresos en planta y 11 en UCI. El complejo ourensano es el que mayor volumen de pacientes acoge, 64 en cama convencional y 11 en críticos, con un paciente también en Cosaga, seguido de Verín, con diez ingresos, y O Barco, con uno.

Las residencias de mayores confirmaron ayer un único positivo nuevo, un trabajador del centro DomusVi de Ourense. Donde sí ha crecido de forma notoria la incidencia es en los centros educativos, que cerraron el pasado viernes con 158 contagios y ocho aulas cerradas. En la actualización notificada ayer por el Sergas sumaban ya 181, con siete aulas completas afectadas y la escuela infantil María Ana de Celanova cerrada por dos positivos.