Charlas en el parque para ahuyentar el miedo

"Ha que tomar un poco el aire, y estirar las piernas; pasamos muchas horas en casa para prevenir desde que todo esto empezó. Aún así cuando salimos al parque para charlar un rato, lo hacemos con miedo, ni siquiera nos sentamos en los bancos" afirman Rosa y Carmen, dos septuagenarias, mientras recorren de norte a sur el paseo del parque de San Lázaro, casi desierto de mayores, sus habitantes habituales antes de la pandemia, junto con los niños que acudían al parque infantil cada tarde.

Los mayores y jubilados, suponen mas del más del 33% de la población de Ourense, que es las más envejecida de España, y tiene además el título de abuela de Europa. Por eso aquí la población es doblemente vulnerable, por su edad, y porque los datos no dan tregua. Hasta el momento más del 95% de los 168 fallecidos en el Área Sanitaria de Ourense, O Barco y Verín, tenían más de 70 años. De ese 95% casi el 45% era población que superaba los 80 años. El riesgo de un contagio, ara los abuelos de Europa, los de Ourense, es doble, pues upone una lucha contra el virus, y contra sus pluripatologías de base.

El relevo generacional también pequeño, pues la tasa de envejecimiento es la más alta de España y alcanza el indice 236 Esto supone que por cada cien jovenes menores de 20 años que vievn en la provincia, hay 236 mayores de 65 o más..

"Yo vivo practicamente en casa al igual que mi mujer. Solo salgo para cosas concretas como ir al hospital, a la farmacia. Mis hijas están muy preocupadas y mel laman costantemente para que no salga. Pero los jóvenes salen"afirma Ignacio, 76 años, desde un banco del parque.

Para Rosa Conde, esto es una sinvergüencería", califica tajante, cuando se refiere "a esas fiestas que se ven en otras ciudades por la tele. Trabajamos toda la vida para darle estudios a nuestros hijos, para que tuvieran un futuro. Si ahora nos traen el problema a casa las víctimas vamos a ser nosotros" .

La teles generalistas nuevamente , generan en los mayores más miedo que claves para sobrevivir a la pandema, y divide a los ciudadnos en víctimas y verdugos genrando miedo. De hecho los parques de Ourense ya no hay viejos. El temor los atenaza. Los bancos y su nietos siguen esperándolos.