La crisis que vive la sociedad mundial tiene una serie de apellidos que la acompañan desde que despertó a inicios de 2020. Estalló siendo una bomba sanitaria, paró la actividad laboral y se convirtió en una recesión económica. Ahora, los problemas sociales fruto de la crisis sanitaria y económica se acentúan. Juan Gestal, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, admite que hay transmisión comunitaria en la provincia y critica el papel de la Administración en dar apoyo económico y social a las personas que sufren, en mayor medida, la pandemia.
-- ¿Por qué Ourense tiene una alta incidencia? ¿Hay algún factor ambiental o atmosférico que provoca la propagación o es mayoritariamente el incumplimiento y la relajación de la sociedad con las medidas?.
-Seguramente habrá sido lo segundo. La información que se ha difundido señala como origen las reuniones y fiestas de amigos y familiares.
-Se hacen más pruebas PCR, ¿es esa la razón de que detectemos más casos o se debe a que la propagación del virus es mayor?
-Ambas cosas. Por una parte, la mayor capacidad de realización de test ha permitido detectar a muchos asintomáticos, suponiendo en algún momento dos de cada tres casos, y por otra a la mayor propagación del virus, al establecerse muchas cadenas de transmisión por la mayor movilidad y contactos entre la población.
-La principal causa de los rebrotes en la provincia y la ciudad son las reuniones familiares, ¿por qué se ha relajado la sociedad ourensana?
-No lo sé. No es nada específico de la sociedad ourensana, es algo más general. Los ciudadanos no acabamos de tomarnos en serio la pandemia, y tenemos que hacerlo si queremos que no nos haga mucho daño, tanto sanitario como económico.
-Ourense lleva más de un mes con medidas restrictivas y la evolución de la segunda ola de la pandemia es constante, ¿por qué no son efectivas las medidas?
-Cuando ya se establecen muchas cadenas de transmisión, las medidas de diagnóstico precoz y de localización de los contactos son menos efectivas.
-El confinamiento de Ourense es perimetral y social, pero, ¿es efectivo para parar la transmisión?
-En estas situaciones, yo soy más partidario de medidas más drásticas como el confinamiento de la pasada primavera, que disminuye los contactos interpersonales y permite controlar antes la transmisión comunitaria.
-¿Hay en Ourense transmisión comunitaria?
-Sí, hay mucha transmisión comunitaria sin control, por eso se están tomando estas medidas tan importantes y se ha pedido a la población que disminuya al máximo su movilidad y los contactos con personas que no sean de la unidad domiciliaria.
-¿Tendría que haber llegado antes el cierre de la ciudad?
-Es muy difícil acertar en cuál es el momento más adecuado.
-Dicho confinamiento se produce en Ourense, con la superación de un indicador establecido en la Comisión interterritorial que es superar el 10% de PCR positivas. La capacidad asistencial en la UCI es inferior a los requisitos nacionales y la incidencia no llega al umbral de los 500. ¿Se puede o debe confinar una ciudad con otros indicadores?
-Esos indicadores del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud fueron tomados en una situación puntual muy grave en la que se encontraba Madrid. En otros países y comunidades autónomas se toman medidas más drásticas con valores mucho más bajos. En Galicia la Comisión Clínica de la Consellería de Sanidade tiene sus propios indicadores, que son los que manejan para la toma de decisiones.
-- ¿Cómo valora la gestión de la Administración en esta pandemia y en concreto en una segunda ola que ha pillado a Ourense también en una crisis política en el Concello?
-De momento en esta segunda ola la Administración siguió yendo por detrás de la pandemia. Veremos si para la siguiente ola se adelanta. Durante el confinamiento tenía que haberse elaborado un plan de gestión de la pandemia de ámbito nacional para hacer frente a las siguientes olas que se produjesen; haber realizado modificaciones legislativas que facilitasen una gestión más ágil por parte de las comunidades autónomas; no abandonar la coordinación al salir del estado de alarma; haber mejorado la vigilancia epidemiológica dotando de suficientes rastreadores bien formados y coordinados con Atención Primaria y con los servicios de epidemiología; fortalecido la Atención Primaria, descargándola del máximo de carga burocrática posible y dotándola de más personal, y buscado la necesaria complicidad de la población para poder controlar la enfermedad. Nada de eso se hizo.
-- ¿Cuáles son las claves para el control de la pandemia?
-Antes de que se establezca una transmisión comunitaria importante de la enfermedad las claves son el diagnóstico precoz de los casos y la rápida localización y cuarentena de sus contactos, el mayor número posible, por medio de muchos rastreadores. Cuando ya está establecida la transmisión comunitaria y son muchas las cadenas de transmisión, el número de contactos aumenta tanto que hace que su búsqueda y control no sea eficiente, siendo necesario adoptar medidas más traumáticas y costosas para frenar y poner bajo control la enfermedad.
-- ¿Qué mensaje le daría a la sociedad ourensana?
-Que tienen en sus manos el control de la situación. De ellos depende que se pueda regresar antes o más tarde a la situación anterior y con menos o con más costes de salud y económicos. Sigan estrictamente las indicaciones de las autoridades sanitarias, evitando al máximo los contactos sociales y saliendo de casa solo para lo imprescindible y pronto se controlará la situación.
