La carrera y obra del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado representa lo que muchos fotógrafos queremos ser o querríamos haber sido, no por la fama o el reconocimiento que en muchas ocasiones sirven para alimentar los egos y desviar la atención de lo importante, sino porque ha sabido interpretar la nota que finaliza la obra maestra.

Salgado nació en Aimorés, Minas Gerais, un enclave que representa una de las mayores zonas mineras del planeta. Dista a seis horas en coche de Ouro Preto, localidad a la que Eduardo Galeano hace referencia en 'Las venas abiertas de América Latina' como la "Potosí del oro". Salgado estudió economía y acabó siendo fotógrafo, pero da la impresión de que habría hecho bien cualquier cosa. Comenzó su profesión tras utilizar en varios viajes la cámara de su mujer, Lélia Wanick.

Cuando uno visita una exposición fotográfica de un referente como Sebastião Salgado es muy complicado quedarse con una única imagen. Personalmente, creo que una buena fotografía es la que se te clava en la retina y tiene la capacidad de perdurar en el imaginario colectivo pese al inevitable paso del tiempo. Las instantáneas de Salgado se incrustan casi todas en la memoria.

En las imágenes de la exposición 'Génesis', que se puede ver desde este martes en la Avenida de Pontevedra de la ciudad de Ourense, el fotógrafo nos habla de los orígenes del planeta, la naturaleza salvaje, la humanidad y algunos de esos rincones que aún se mantienen intactos. Todo ello aderezado con una tonalidad épica, casi bíblica, que se refleja en sus maravillosas imágenes en blanco y negro en las que la luz, siempre excelsa, se une a una perfecta composición de la imagen.

Pasear por la exposición del fotógrafo brasileño es una bocanada de aire fresco en tiempos del coronavirus, una necesaria escapada sensorial que nos hace respirar, olvidar los últimos meses y remontarnos a lo más esencial de nuestro ser. Con 'Génesis' la mayoría de nosotros puede trasladarse a varias vidas que probablemente jamás viviremos, viajar por los lugares más vírgenes del mundo en Alaska, Canadá, Siberia, Papúa Occidental, Etiopía, la Amazonía o Ecuador e impregnarnos de lo más indispensable de esta vida.

La cultura en estos tiempos es un buen método de abstracción, una necesaria catarsis que nos orienta en la búsqueda del sosiego y la felicidad. La 'Génesis' de Sebastião Salgado puede ser resumida como la oda a la belleza de un mundo frágil y maravilloso que todos tenemos el deber de proteger. La necesaria reflexión de la humanidad en tantos ámbitos es una de las pocas certezas de esta quebradiza época que nos ha tocado vivir.