La residencia Nuestra Señora do Viso, en Lobeira, registra el primer brote de gran afectación registrado en un centro sociosanitario de la provincia desde que en mayo se libraron del Covid-19. El foco afecta a la práctica totalidad de la población residente: 46 usuarios de 50, y a 14 de los 22 trabajadores.

Desde la Fundación San Rosendo, que gestiona este centro, explican que dos de los residentes están hospitalizados en el CHUO, y el resto permanece en el centro, la mayoría asintomáticos. Respecto al personal, los ocho trabajadores que han dado negativo se encuentran en cuarentena preventiva, por lo que ha sido necesario renovar completamente., y de manera temporal, la plantilla.

Desde el martes, un equipo voluntario de profesionales procedentes de los centros Esperanza, Milagros, Lobios y Divino Maestro trabajan en Lobeira. Se trata de personas "con experiencia en el trabajo con usuarios Covid y algunos de ellos estuvieron en la residencia de O Incio", explican desde la Fundación. Asimismo, entre ayer y hoy se incorporarán otros seis trabajadores de la bolsa de contratación, pendientes del resultado de la PCR.

La idea es conformar una plantilla de 17 personas que atienda a los usuarios. Los cuatro con PCR negativa han sido trasladados a la enfermería y el resto sigue en sus habitaciones. Del servicio de comidas se encarga Caldaria y también ofrece su apoyo el equipo médico de la fundación.

Todas las familias han sido informadas de la situación y existe un canal de comunicación abierto entre el centro y el Sergas.

Además, se ha intensificado el control sobre la residencia "Las Salinas", de Cudeiro, donde se detectaron ocho positivos entre los 39 usuarios, dos de ellos ingresados, y tres de los 22 trabajadores. El Sergas realizó ayer un segundo cribado con PCR negativa.