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Agro, transporte, comercio y hostelería pierden 4.400 empleos en la pandemia

Los sectores con mayor estabilidad laboral en la provincia son la industria extractiva, las actividades sanitarias y las profesiones científicas y técnicas

La Sanidad contabiliza 600 ocupados más que hace un año. Simón Espinosa

El saldo laboral de la pandemia del Covid-19 en la provincia de Ourense sigue reflejando números rojos, con la destrucción de 4.700 empleos en comparación con el año anterior. Los últimos datos de la EPA (segundo trimestre) contabilizan 109.400 trabajadores ocupados, frente a 114.100 en el mismo período de 2019. La caída en tasa de variación interanual sobrepasa el 4%, en línea con la media autonómica.

Así, la suma de la pandemia, nueva coyuntura económica y factores estacionales comprime un 4,12% el mercado laboral en Ourense y un 4,40% en el conjunto de Galicia.

Los seis sectores o colectivos que sufren una mayor contracción de empleos en la provincia son la Administración Pública y Defensa, que ha perdido 1.900 empleos en el segundo trimestre en comparación con la cifra de ocupados que había justo un año antes; la agricultura, ganadería y silvicultura, que no logran aprovechar el impulso del rural y acumulan una reducción de 1.400 empleos; el transporte y la logística, con 1.200 ocupados menos pese al auge del comercio electrónico; el comercio y la hostelería, que comparten en Ourense una pérdida de trabajadores idéntica (900 empleos menos en cada uno de esos dos sectores); y el grupo formado por empresas de información y comunicaciones y de actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, que en conjunto bajan en 800 ocupados.

Profesiones más estables

El vuelco económico y laboral de la pandemia no ha llegado a diferentes profesiones que presentan la evolución más estable desde el análisis de las cifras de trabajadores ocupados. Sus estadísticas provinciales son equiparables a las del anterior período de recuperación económica.

Son los casos de la industria extractiva, liderada en Ourense por la pizarra, que ha generado 300 empleos netos en el último año, el de las actividades sanitarias, que en plena pandemia contabilizan 600 ocupados más en la provincia, y el de las actividades profesionales, científicas y técnicas, con un repunte de 300 trabajadores.

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