Pese al control de vigilancia, siempre hay algún cliente que se niega a cumplir las normas. Según los comerciantes ayer se produjo un pequeño altercado que exigió presencia policial, porque uno de los visitantes que se acercaron al mercadillo ambulante, se negó a ponerse la mascarilla reglamentaria, sin que hubiera ningún motivo médico que lo avalase. Por pura testarudez. El incidente acabó resolviéndose sin incidencias mayores y el visitante tuvo que cumplir la ley.