Francisco Cacharro Gosende ha sido durante los últimos dieciséis años el secretario provincial de la Diputación de Ourense, primero con José Luis Baltar como presidente, y en los últimos ocho años con el hijo de este, José Manuel Baltar, al frente de la institución. Funcionario de carrera y tildado de riguroso en sus informes, aún cuando el viento político soplara en contra, el viernes tomará posesión como coordinador del Concello de Ourense como apuesta personal de Jácome. Las funciones de este nuevo cargo el primero en su género en esta administración local ha quedado eclipsados por su salario.
- ¿Cuál es la función de un "city manager"?
- El "city manager" es una figura del derecho municipal norteamericano, que tienen un modelo marcadamente gerencial, con un grado de politización menor a la administración local de España, excesivamente politizada. Esa labor aquí se le recomienda a un tecnócrata y ya existen directores generales y otros puestos intermedios entre un conselleiro y un ministro. Es un perfil técnico pero en España las atribuciones son menores.
-Lleva dos décadas como habilitado nacional y lo que transciende en toda España es que va a cobrar usted como "city manager" en Ourense más que Pedro Sánchez. ¿Le molesta?
--Es mezclar peras con manzanas relacionar mi salario, que es está en la línea del de cualquier habilitado nacional (cobraba casi lo mismo como secretario de la Diputación) con el que cobran Feijóo o Sánchez. Pero además el puesto de coordinador general ya existe en otras grandes ciudades, en diputaciones, en ayuntamientos como A Coruña. Por otro lado yo no voy a tener servicio doméstico ni a vivir gratis en la Moncloa (bromea).
-¿Por qué hace falta un coordinador general en un concello tan pequeño como el Ourense?
-La figura ya existe, no es un invento ni un capricho y está contemplada en la Ley de Grandes ciudades, para urbes como Ourense de más de 100.000 habitantes. Un ayuntamiento tiene una enorme complejidad técnica, por la multiplicidad de servicios que gestiona y sin embargo la administración local ha sido la maltratada, la hermana pobre. Estamos en contacto con nuestro ayuntamiento desde que nacemos (que nos empadronamos) hasta que morimos, que acabamos en un cementerio municipal. La complejidad técnica de un ayuntamiento supera en algún aspecto a la estatal por su polivalencia, pese a su reducido tamaño pues no hay carteras departamentales como en los ministerios.
-La función del "city manager" que es de la que emana la del coordinador general, es controlar a los alcaldes. ¿Tendrá entonces que controlar usted el poder de Jácome?
-No, nos parecemos al "city manager" americano, que tiene un poder extraordinario, allí es él el que ejecuta, contrata al personal, etcétera. En Estados Unidos es una especie de consejero delegado que rinde luego cuentas al gobierno. El modelo allí es gerencial. Aquí es más modesto. Perfil técnico especializado para la Alcaldía.
-¿Entonces el coordinador solo va a proponer y seguirá siendo el alcalde el que decida?
- Esa dicotomía entre políticos y técnicos es una visión simplista. Son dos mundos condenados a entenderse pues no se pueden tomar decisiones políticas en el vacío, El político no puede prescindir de una serie de premisas técnicas o legales que están ahí y cualquier política compleja requiere integrar ese conocimiento técnico especializado. A veces las ideas y propuestas salen de abajo arriba.
-Aclare el rumor sobre posibles desavenencias. ¿Se va o realmente se escapa de la Diputación ?
- Es algo tan sencillo como que llevaba dieciséis años allí y me resultaba atractivo pasar de una función burocrática, a una función directiva que me parece más estimulante, más creativa. Mi objetivo es poder poner en práctica ahora esa experiencia de más de 20 años en la administración local.
