La provincia registró ayer un descenso de las temperaturas máximas. Lejos de ser una "refrescante" noticia, la reducción fue de 3 grados con respecto a los días anteriores, cuando se alcanzaron temperaturas superiores a 38 grados.

En la ciudad de Ourense, los termómetros superaban ayer los 35º y en localidades como Arnoia o Leiro se alcanzaron los 38º. Ante las elevadas temperaturas en la capital, algunos ven en el río Miño la solución a una tarde de calor sofocante o las zonas de baño como Melón o Castrelo de Miño donde la presencia de la Guardia Civil ya no es un hecho extraño para que se cumplan las medidas de prevención y de seguridad.

En el otro escenario, el bizarro, están los alumnos y alumnas que cumplen su segundo día de selectividad. Una jornada maratoniana y con las altas temperaturas como compañeras de las pruebas de la ABAU.

El aviso amarillo en la provincia se mantuvo hasta ayer y se mantendrá el descenso de las temperaturas durante hoy y mañana rebajando la temperatura máxima a 31º. Sin embargo, para el sábado se espera que la situación anticiclónica eleve de nuevo los termómetros hasta marcar los 36 grados.